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Un año más, Antonio Banderas fue el anfitrión de la noche más mágica del verano de Marbella, la Gala Starlite, donde el glamour y la solidaridad bailaron al compás para recaudar fondos para las fundaciones Niños en Alegría, de Sandra García-Sanjuán, y Lágrimas y Favores, que, promovida por el propio actor, reparte sus fondos entre Cudeca, Cáritas, la Universidad de Málaga y la Fundación Corinto.
Personalidades del cine, la música y mundo empresarial así como estrellas nacionales e internacionales acudieron a su llamada para celebrar por todo lo alto esta nueva edición, que reconoció la labor solidaria del cantante Miguel Poveda, la bailaora Sara Baras, la actriz Loles León, el entrenador del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, y el chef marbellí con dos estrellas Michelin Dani García. Además, volvió a contar con Carlos Latre y Valeria Mazza como maestros de ceremonias, y fueron muchos los amigos que desfilaron por la alfombra roja para aportar su granito de arena.
De la mano de Nicole Kimpel, el actor dio el pistoletazo de salida a la tradicional subasta en directo en la que se sacaron a puja objetos y experiencias únicas como una guitarra sol-sombra y un cajón vintage, donados por el luthier Manuel Rodríguez, que se vendió por 15.000 euros; una experiencia de disfrutar de un Ford Mustang durante un fin de semana y alojamiento en hotel de la cadena Leading Hotels of the World, cuya puja ascendió a 4.000 euros; una pintura del artista español Emilio Machado, que se compró por 27.000 euros; o una invitación a una gala Príncipe Alberto de Mónaco y Leonardo DiCaprio, por 8.000 euros. Pero, sin duda, el momento estrella de la noche llegó con la subasta de un cuadro cedido por el músico José María Cano, excomponente de Mecano, cuyo valor alcanzó los 260.000 euros, una cifra récord en la historia de Starlite.
- ¿Qué deseo ha pedido Antonio Banderas en su cumpleaños?
Fue una velada única de muchas sorpresas y también besos solidarios. Fue Santiago Segura quien comenzó ofreciendo uno por cinco euros y, al final, lo consiguió vender por 4.000. Eso sí, el más cotizado de la noche fue el del anfitrión. Nada más y nada menos que 20.000 euros fue lo que se pagó por un beso de Banderas, y el comprador quiso que fuera su pareja, Nicole Kimpel, la encargada de dárselo, protagonizando una escena de película.
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