Renée Zellweger causa revolución a su paso por España

La actriz acudió a 'El Hormiguero' para presentar su nueva película, 'Bridget Jones' Baby' junto a su compañero de reparto, el atractivo Patrick Dempsey

Por hola.com

El Hormiguero recibió anoche la visita de Renée Zellweger y Patrick Dempsey, protagonistas de la película Bridget Jones' Baby, la tercera entrega de la saga sobre esta divertida soltera que siempre consigue arrancarnos más de una carcajada con su torpeza y sus insólitas ocurrencias. Durante su entrevista, los actores demostraron la complicidad que les une y estuvieron de lo más simpáticos respondiendo a las preguntas de Pablo Motos y sometiéndose al "súper test súper comprometido" de Barrancas y Petancas y las pruebas del resto de colaboradores.

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Ambos revelaron el momento más embarazoso que han tenido en su vida, además de hablar de los momentos más divertidos que tuvieron durante el rodaje de la cinta o confesar las cualidades que debe tener una persona para conquistar su corazón. Sin embargo, una vez más fue Renée la que se convirtió en el centro de todas las miradas. ¿El motivo? El cambio de imagen que ha experimentado en estos últimos años. En cuanto empezó el programa, el nombre de la actriz se convirtió en trending topic (es decir, en uno de los temas más comentados en las redes sociales) y fueron muchos los que opinaron sobre su aparición televisiva.

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¡Vuelve Bridget!
Con los 40 recién cumplidos y soltera de nuevo, decide centrarse en su trabajo como productora de noticias y rodearse de viejos y nuevos amigos. Por una vez en su vida, parece tenerlo todo bajo control, nada puede torcerse... ¿o sí? Su vida amorosa toma una nueva dirección cuando conoce a un elegante estadounidense llamado Jack (Patrick Dempsey), un galán que tiene todo lo que no tiene el Sr. Darcy (Colin Firth). Pero todo cambia cuando descubre que... ¡está embarazada! El problema es que no sabe a ciencia cierta quién es el padre.

En la cinta dirigida por Sharon Maguire y escrita por Helen Fielding, David Nicholls y Emma Thompson, Bridget sigue siendo "igual de inconsciente e imperfecta, y una romántica empedernida", afirma la actriz en una reciente entrevista con la agencia EFE. A pesar de ello, considera "sin lugar a dudas" que sigue siendo un referente para las mujeres del siglo XXI, "y no hablo sólo de niñas, los hombres también se pueden identificar porque es un personaje muy humano, vulnerable, imperfecto y seguir sus pensamientos, sus ansiedades, es tremendamente reconfortante".

De nuevo, Jones estará entre dos amores: Mark Darcy (interpretado por Colin Firth) y un nuevo fichaje, Jack Qwant (Patrick Dempsey). "Es un personaje que da esperanzas", aseguraba el actor sobre su papel en la película que llega a los cines españoles este viernes, 16 de septiembre, de la mano de Universal. Dempsey, un auténtico símbolo de atractivo en España gracias a su papel en Anatomía de Grey, asegura que a él le resultan "muy atractivas" las mujeres como Jones. "Claro que me gusta, es una mujer segura que sabe cómo es y se acepta, lo bueno y lo malo. Es hermosa, sexy, potente, poderosa", apunta el actor estadounidense..

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Su propia versión
Durante estos últimos meses, la actriz ha visto cómo su imagen ha sido comentada por todos. Por eso, el pasado mes de agosto quiso responder a las críticas sobre su físico con una carta escrita en el Huffington Post. "Tengo suerte. Es una bendición elegir una vida artística y tener un trabajo que a veces te permite cambiar las cosas. Merece la pena pagar el precio en tu vida pública. Aunque, en ocasiones, implica resignarse a la humillación y, otras veces, entender cuándo los silencios perpetúan un problema mayor".

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La actriz continuaba: "No es que le importe a nadie, pero no tomé la decisión de cambiar mi cara y operarme los ojos (...) No es un secreto que históricamente el valor de una mujer se ha medido por su apariencia. ¿Demasiado delgada, demasiado gorda, se le ve mayor, mejor como morena, muslos con celulitis, escandaloso lifting, quedándose calva, barrigona o hinchada? Zapatos feos, pies feos, sonrisa fea, manos feas, vestido feo, risa fea; material de titulares que enfatiza las variables que pretenden determinar el valor de una persona y servir de parámetros en, cuyo estrecho margen, cada uno de nosotros debemos entrar para ser considerados socialmente aceptables y profesionalmente valiosos, y para evitar un doloroso ridículo. De esto sacamos un mensaje problemático para las generaciones más jóvenes y mentes más volubles. Además, sin lugar a dudas, da pie a cuestiones sobre prejuicios, igualdad, autoaceptación, abusos y salud".