La silla acuática de Sue

La británica Sue Austin, discapacitada desde los 27 años, ha logrado lo que parecía imposible: convertir su silla de ruedas en una extensión de sí misma. Le dijeron que bucear le sería técnicamente imposible, pero ahora lo hace entre medusas y arrecifes coralinos en el mar Rojo. Su innovadora silla de ruedas eléctrica y con aletas, construida especialmente para ella por un equipo de ingenieros, posee un sistema de propulsión activado con la parte superior de las piernas, donde Sue aún tiene cierta movilidad. Con ella se siente como pez bajo el agua, trazando bucles o dibujando giros de 360 grados, con las manos libres como si fueran aletas y la melena a merced del agua, con la facilidad de movimientos de una sirena. “Es mi libertad”, asegura.