Pasar unas vacaciones en el retiro privado en la naturaleza del rey Carlos, para el que no se requiere invitación, permite, además, disfrutar del entorno de una mítica región, con pueblos medievales muy bien conservados –empezando por Viscri, con su iglesia fortificada que forma parte del Patrimonio Mundial de la Unesco, Sighisoara, Rupea…–, excelentes vinos y numerosas actividades, como conocer el centro de artesanía tradicional instalado en la propiedad del monarca en Viscri, hacer talleres artesanales, pasear a caballo o en carreta, descubrir la cueva de la leyenda del flautista de Hamelin o seguir el itinerario del rey Carlos. Todo un lujo… de la sencillez.
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