Paraíso de montañeros, este país pirenaico tiene muchas más razones que el esquí para pasarse unos días en la montaña, cómo no, en época estival. Aunque pequeño, posee un conjunto de localidades preciosas y con una arquitectura popular protagonizada por la piedra y la pizarra. Para empezar a descubrirlas, ningún lugar mejor que Ordino, que, además, es la más animada ejerce de capital cultural de Andorra. Cuenta con uno de los mejores cascos históricos y su historia se descubre en sus diferentes museos, como las Casas Areny-Plandoli y Rossell, o el Postal.
En la parroquia de La Massana está Pal, que es conjunto histórico y cuenta con calles y grandes casonas bien conservadas, además de la iglesia de Sant Climent, joya del románico.
Todo es perfecto en estos pueblos de montaña de España