Con una amplia terraza con vistas al lago y a los jardines, los muebles tienen un toque vintage con sofás italianos hechos a medida, las alfombras son de lana, las ventanas de piso a techo y desde sus balcones se ve la isla de San Giulio... Aquí rige el concepto de “tiempo de lago”, que es algo así como que el hotel ha sido diseñado para invocar calma, tranquilidad y meditación. Pero si se quiere actividad, hay baños de bosque, senderismo por la naturaleza, recorridos en bicicleta eléctrica, golf en campos cercanos, spa, experiencias gastronómicas...