La primera vez que se viaja al Amazonas genera incertidumbre. Primero porque el gran pulmón de la tierra es una inmensa selva difícil de abarcar por sus dimensiones, también porque se descubre, en buena parte, navegando por el poderoso río que le da nombre y vida, el más caudaloso del mundo, y por su abrumadora biodiversidad, única en el planeta pero amenazada por la explotación forestal.
Gran defensora de este tesoro natural, la modelo brasileña Gisele Bündchen está implicada en varios proyectos que ayudan a la regeneración de este y otros muchos espacios de su país. La hemos visto plantando árboles, protegiendo a las tortugas, cuidando a los animales, regenerando manantiales…, porque «la tierra es nuestro hogar, y las decisiones que tomemos hoy y todos los días crearán nuestro futuro». Seguimos sus pasos para contarte cómo descubrir este espacio superlativo y cómo protegerlo.
LA SELVA MÁS GRANDE DEL PLANETA
Son 6’5 millones de kilómetros cuadrados los que ocupa esta gran selva, que se extiende por gran parte del noroeste de Brasil y Perú y otros 7 países de Sudámerica y la cruzan cientos de ríos, principalmente el Amazonas. No hay un ecosistema en el mundo como esta morada poblada por millones de especies de insectos, de aves, reptiles, mamíferos, depredadores y un 20% de las especies de plantas y árboles de la tierra. Con tales credenciales se entiende que la mejor manera de abordarla sea haciendo un crucero desde dos de sus puertos principales: Manaos, en Brasil, e Iquitos, en Perú.
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CUÁNDO VIAJAR
El Amazonas es un destino para visitar todo el año. Por los niveles del agua y por las oportunidades de observación de la vida silvestre, los meses más recomendables para los cruceros son entre noviembre y marzo, la temporada lluviosa, con temperaturas cálidas que oscilan entre los 27 y los 33 ºC. A cambio, la estación seca, entre julio y noviembre, es más apropiada para las rutas a pie.
EL DÍA A DÍA EN EL AMAZONAS
Los tours que se adentran en la exuberante naturaleza de la selva amazónica permiten conocer en profundidad sus paisajes tropicales en itinerarios de uno a siete días que combinan los recorridos en barco o en lanchas rápidas con las caminatas a pie como auténticos exploradores y la visita a las comunidades locales. Cada día se sale en busca de experiencias emocionantes, como la de ver saltar a los famosos delfines grises y rosados del Amazonas, pescar pirañas, adentrarse en algún pueblo indígena a orillas del río, caminar con expertos naturalistas y biólogos en busca de plantas singulares como el nenúfar gigante y el árbol de la ceiba o, sencillamente, tumbarse en una hamaca en la cubierta de un barco y dejarte imbuir por los sonidos que salen de la espesura selvática.
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LOS CRUCEROS FLUVIALES
La concurrida ciudad de Manaos es la puerta de entrada a la selva amazónica brasileña y a ella se vuela con una escala desde Madrid y Barcelona. Desde su puerto salen cruceros fluviales ecológicos adaptados a todo tipo de viajeros que se adentran con el mínimo impacto medioambiental por sus vías acuáticas. Hay barcos boutique, como el Tucano (rainforestcruises.com), para solo 18 pasajeros, o el Untamed Amazon (u-amazon.com), con suites con ventanas de suelo a techo para no perder detalle mientras se navega; goletas tradicionales como El Desafío (atlantidaviatges.com) y otros más grandes, como el Iberostar Heritage Gran Amazon (rainforestcruises.com), dotado de todo tipo de instalaciones, desde piscina a gimnasio o restaurantes.
LAS RUTAS
Un tour de dos días por la selva más grande del mundo lleva de Manaos a Santarém para ver cómo el río Negro se une con el Amazonas o estas con las aguas transparentes del Tapajos en las paradisíacas playas de Alter Do Chao, un paisaje insólito de dunas, playas e islotes.
También espectacular son los canales estrechos en el camino de Santarém a Belém. Entre Tabatinga, una ciudad brasileña en el límite con Colombia, y Manaos se ven delfines rosados y hermosas puestas de sol. Y caimanes, monos aulladores y osos perezones, entre otras especies, adentrándose por el río más caudaloso del mundo desde Iquitos en dirección a Manaos.
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CONSEJOS:
- Hospédate en la selva amazónica. Ya sea en ecolodges inmersos en el bosque tropical, en cabañas en los árboles, en campamentos…, como Amazon Ecopark (amazonecopark.com.br), Juma Lodge (jumalodge.com.br) o Anavilhanas (en.anavilhanaslodge.com).
- Disfruta de la gastronomía local con responsabilidad, evitando ciertas especies en los momentos de veda, por ejemplo, el pez gigante piracucú, entre octubre y marzo
- Compra artesanías y productos realizados por las comunidades indígenas, a la vez que conocer sus costumbres y sus manifestaciones culturales.
- Practica la responsabilidad social y respetar la cultura y el patrimonio.
- Lleva crema solar y repelente contra los mosquitos y otros insectos que no contaminen el medio ambiente.
- Bebe jugos elaborados con frutas naturales: de copoazú, arazá, camucamu, acerola…
- Prepárate para una gran aventura en la selva: zapato o bota para caminar, impermeable, bañador, ropa adecuada…
