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La reina Isabel II ha vivido este miércoles uno de los momentos más esperados desde hace muchos meses y desde que diera comienzo el 2021. A sus 94 años, la monarca ha protagonizado su primer acto en público fuera de las murallas del Castillo de Windsor para asistir al centenario de la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF) en un homenaje a los fallecidos en la Segunda Guerra Mundial. El evento ha tenido lugar en el municipio de Runnymede, Inglaterra, donde se encuentra el Monumento a los miembros del ejército. Su Majestad fue recibida esta mañana por el alto comisionado, George Brandis, para reunirse, posteriormente, con los componentes del servicio de la RAAF que se encuentran en Gran Bretaña. En una visita, que fue cuidadosamente planificada con los miembros de la organización y los funcionarios del Palacio de Buckingham, la Reina tuvo la oportunidad de observar las placas del claustro con los nombres de los muertos en accidentes aéreos durante el conflicto bélico, y que nunca pudieron ser reconocidos o enterrados, así como firmar un libro conmemorativo antes de su vuelta a Palacio.
"A lo largo de mi reinado, la Real Fuerza Aérea Australiana ha demostrado una inmensa dedicación al deber y ha defendido nuestra libertad en muchos conflictos en todo el mundo", expresaba Isabel II en su discurso al que añadía que era apropiado rendir tal homenaje a los hombres y mujeres que habían dado su vida por Australia durante estos últimos 100 años. Durante el homenaje, el asistente de la Reina depositó una ofrenda floral en su nombre en la entrada al Monumento que ella misma inauguró en 1953, cuando tan solo llevaba un año en el trono.
A pesar de haber sido un acto insólito en el que han podido participar un número reducido de asistentes, la monarca se ha mostrado sonriente y amable en el primer acto al que acude de manera presencial en lo que llevamos de año. "Es un día muy agradable. Ha pasado mucho tiempo desde que estoy aquí", reconocía a su salida en coche de Windsor. Para la ocasión, ha escogido un vestido-chaqueta de tweed en tonos lima y marfil que combinaba a juego con un primaveral sombrero en el que lucía algunas flores como adorno. La Reina llevaba también un broche en forma de acacia que le obsequió el Gobierno de Australia en su primera visita en 1954.
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Su tercera salida de Palacio
La presencia de Isabel II en este acto conmemorativo que ha sorprendido a la gran mayoría de sus seguidores, se produce en el momento en que las autoridades sanitarias de Inglaterra han suavizado las restricciones por la pandemia y han aumentado el número de personas que puede reunirse en el exterior. Además, es el primer acto público al que acude en lo que va de año y el tercero desde que llegó a nuestro continente la Covid-19. En octubre de 2020 era la primera vez que la monarca abandonaba su refugio en Windsor tras siete meses de confinamiento para visitar un laboratorio de Defensa en la ciudad inglesa de Salisbury junto a su nieto, el príncipe Guillermo. La siguiente ocasión en que tuvimos oportunidad de verla acudir a un compromiso público fue un mes después, en noviembre, en la celebración del Día del Armisticio en la abadía de Westminster. La Familia Real británica se reunió al completo, con la excepción de los duques de Sussex y la Reina rindió tributo al soldado desconocido en el centenario de su tumba, donde pudimos verla por primera vez llevar mascarilla. Isabel II, junto con el duque de Edimburgo, recibieron a principio de año la primera dosis de la vacuna contra la Covid-19, tal y como informó el Palacio de Buckingham.
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