Un día después de la celebración del desfile militar y la posterior recepción ofrecida por los reyes Felipe y Letizia en el Palacio Real de Madrid con motivo del Día de la Fiesta Nacional, la Casa Real Española ha querido aclarar el comentado error protagonizado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su esposa, Begoña Gómez, al comenzar el tradicional besamanos en el Salón del Trono.
"Ante las interpretaciones surgidas a raíz del malentendido producido durante el saludo de Sus Majestades los Reyes y el presidente del Gobierno y su esposa, doña Begoña Gómez, la Casa de Su Majestad el Rey quiere aclarar lo siguiente: tal y como esta Casa informó ayer, el presidente del gobierno y su esposa siguieron en efecto y en todo momento las indicaciones de la Casa de Su Majestad el Rey, que fueron las de que permanecieran en el Salón del Trono del Palacio Real con Sus Majestades, hasta que los siguientes invitados llegaran a las inmediaciones de dicho salón para proceder al tradicional saludo a los Reyes", comienza diciendo el comunicado hecho público hace apenas unos minutos.
"Como quiera que la presencia del resto de invitados quedó restablecida de forma inmediata, el ritmo habitual de saludo fue recuperado sin solución de continuidad, y se produjo la situación sobrevenida a la que se hace referencia", concluye la nota oficial difundida este sábado.
Todo ocurrió tras el desfile de los efectivos de las Fuerzas Armadas, cuando unas 1.500 personalidades, entre políticos y representantes de otros ámbitos de la sociedad, se daban cita en el Palacio Real para asistir a la tradicional recepción presidida por don Felipe y doña Letizia. Fue entonces cuando Pedro Sánchez, que acudía a este evento por primera vez como presidente del Gobierno, saludaba a los Reyes estrechando sus manos, un gesto que repetía seguidamente su mujer. Justo después, el matrimonio se situaba junto a Felipe VI y su esposa y, como ellos, continuaba recibiendo al resto de asistentes. El aviso por parte de un responsable de protocolo de la Casa Real llegaba en cuestión de segundos para advertir al político y a su mujer del error cometido, instándole a continuar el mismo camino que los demás invitados a la recepción. Casi al mismo tiempo, la escena se convertía en viral.
