Los duques de Cambridge comienzan su agenda pública de la semana asistiendo hoy a visitar Stanford Hall, un centro de rehabilitación médica de defensa situado en Loughborough (Leicestershire), donde se han reunido tanto con el personal como con algunos pacientes. No han estado solos en este acto, y es que también han estado junto a ellos el príncipe Carlos de Inglaterra y su mujer, la duquesa de Cornualles. Las condiciones meteorológicas no eran las más idílicas, puesto que la lluvia, el frío y el viento han estado muy presentes, pero, como es habitual en ellos, los Duques han mostrado sus mejores sonrisas. Para resguardarse de estas bajas temperaturas inglesas, Kate Middleton ha estrenado un nuevo traje que parecía destinado a ella y podría convertirse en la alternativa perfecta a su adorado abrigo-vestido.
Prescindiendo por un día de su adorada paleta de color pastel, Kate lo ha apostado todo al color infalible por excelencia, especialmente en la época de invierno: el negro. Ha estrenado una nueva chaqueta de inspiración militar, con cuello camisa, hombros estructurados y manga larga que agregaba adorno de botones metalizados. Para otorgar una imagen más femenina y potenciar su silueta, este diseño se entalla a la cintura y cuenta con discreto péplum, así como pespuntes estratégicos en relieve. Después de estrenar tres prendas de Zara en las últimas tres semanas, esta vez la Duquesa ha vuelto a escoger moda británica. En concreto, esta prenda pertenece a Alexander McQueen, una de sus marcas preferidas (de hecho firmó su vestido de novia) y, aunque actualmente está totalmente agotada, tenía un precio original de 2.285 dólares (2.094 euros aproximadamente).
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Ha combinado esta nueva creación con falda a conjunto, un diseño midi de silueta evasé con tableado ancho, también de la casa británica. Para rematar, ha optado por un calzado altamente estilizador, sus botas de ante con efecto leggin y taconazo alto de Ralph Lauren, similares a las que posee doña Letizia. Ha completado con un nuevo bolso, también de McQueen, concretamente el modelo Wicca en negro, que también posee en blanco y en rafia y que se puede adquirir por 1.314 dólares (unos 1.205 euros). En cuanto a las joyas, se decanta por reciclar de nuevo sus pendientes colgantes en forma de círculo de Mappin&Webb.
Como decíamos anteriormente, este conjunto encaja tan a la perfección con el estilo de la duquesa de Cambridge que parece creado para ella. Tanto el cuello como el patrón entallado a la cintura y con falda en línea 'A' son muy característicos de su armario, así como la estética militar que posee la chaqueta. Sin embargo, en esta ocasión opta por un dos piezas, un traje-abrigo con el que sustituye a su adoradísima colección de vestidos-abrigo. Realmente el resultado es muy similar pero cuenta con un giro innovador.
