Lleva asistiendo al Baile de la Rosa desde su adolescencia; una importante cita monegasca en la que la moda, la solidaridad y el glamour del Principado se dan la mano para recaudar fondos en favor de los niños más necesitados. Por eso, año tras año, Carlota Casiraghi acude a este evento, rodeada de los demás miembros de su familia. Un grupo que, con el paso de las ediciones, ha ido sumando nuevas incorporaciones y 'rivales' de estilo. Pese a que sus cuñadas, Tatiana Santo Domingo y Beatrice Borromeo son dos de las mujeres más sofisticadas dentro del panorama royal europeo, la hija de Carolina de Mónaco sigue manteniéndose como la más elegante y estilosa dentro de la Casa Grimaldi. Un título que ha revalidado, una vez más, este fin de semana, gracias a un diseño inspirado en Rita Hayworth.
Como cada año, la Sala de las Estrellas del Sporting Club de Montecarlo se convirtió este sábado en el escenario del mediático Baile de la Rosa, celebrado en el Principado de Mónaco. Un evento que, en su edición 65, quiso rendir homenaje al desaparecido Karl Lagerfeld, tras su reciente fallecimiento, el pasado 19 de febrero, en París. Y es que, desde 1999, el diseñador alemán era el encargado de dar forma a esta fiesta solidaria, junto a su íntima amiga la princesa Carolina de Mónaco; un equipo creativo que había ideado antes de la desaparición del 'Káiser' cuál sería la temática de esta edición: la Riviera francesa. O lo que es lo mismo, la época dorada de la Costa Azul francesa, durante los años 50.
Si su madre se decantó por Chanel y sus cuñadas por Dior y Giambattista Valli, gracias a románticas propuestas, Carlota Casiraghi decidió ceñirse a la temática de una forma más rebelde y alternativa; dos señas de identidad que caracterizan desde hace años su particular estilo. Por eso y por la buena relación que la une a la casa Saint Laurent, la hija de la princesa de Hannover optó por un vestido de la casa francesa muy sexy, ceñido en color negro, con apertura lateral por encima de la rodilla, escote palabra de honor con forma de corazón y detalle cruzado de lentejuelas moradas en el pecho, en forma de lazo. Una prenda que completó con unas sandalias de tacón y pulsera en el tobillo y que por la silueta recta, la apertura en la pierna y el diseño palabra de honor redondeado, recordaba mucho a uno de los looks más míticos de la historia del cine: el que llevaba Rita Hayworth en Gilda.
Aunque muchos esperaban que la nieta de Grace Kelly hiciera algún tipo de guiño a su abuela, finalmente Carlota Casiraghi optó por otra de las grandes divas de la época dorada de Hollywood. Al igual que Grace Kelly, Rita Hayworth fue también uno de los nombres que tuvieron más peso en aquellos años. Ambas eran estrellas de la gran pantalla, princesas (Rita Hayworth contrajo matrimonio con Ali Khan), pero esta última tenía una imagen más sexy, vamp y rebelde. Unas cualidades que encajan más con los gustos de la hija de la princesa de Hannover; de ahí la elección de este icono del cine. Y es que, además del diseño de Saint Laurent, la nieta de Rainiero también optó por una melena suelta, ondulada y con la raya a un lado; un detalle beauty con el que recordaba aún más a la actriz neoyorquina.
