Segundo y último día de viaje oficial de los duques de Sussex en Marruecos. Después de acudir anoche a una recepción ofrecida por el embajador británico en el país en Rabat, en la que Meghan Markle brilló especialmente gracias a su fabuloso caftán de gala color champán con el que seguía la estela de doña Letizia, hoy el matrimonio continúa su agitada agenda por el país africano. Esta mañana los Duques han visitado la Federación Real de Deportes Ecuestres en la capital, donde han conocido de cerca su programa para ayudar a niños con necesidades especiales mediante terapia ecuestre. Para la ocasión, la Duquesa ha vuelto a mostrar su faceta más cómoda y casual, tal y como hiciera ayer por la mañana.
Meghan continúa siendo fiel a los vaqueros elásticos premamá en sus salidas de día, en este caso recupera los de color negro que ha lucido en anteriores ocasiones. Hoy los combina con jersey de cuello redondo y rayas blancas y azules al más puro estilo marinero, y se protege del frío mañanero con una chaqueta tipo cargo de color verde militar firmada por J.Crew, lo que tiene como resultado un estilismo que mezcla las tonalidades preferidas de su cuñada, la duquesa de Cambridge, y que no resultaría extraño ver en ella. La esposa del príncipe Harry ha prescindido de bolso, y ha aprovechado los múltiples bolsillos de esta prenda exterior para guardar sus habituales guantes de piel, también en tono oliva.
Para lograr estilizar sus figura y alargar sus piernas sin renunciar al confort, la duquesa de Sussex prescinde de sus habituales stilettos en favor de unos botines negros de caña alta y tacón razonable, encontrando el equilibrio perfecto entre la estética sport y el look sofisticado que se espera de una royal. En su caso, se decanta por unos creados por Stuart Weitzman.
En cuanto a las joyas, apuesta por el minimalismo gracias a unos finos y originales pendientes de oro que abrazan el lóbulo firmados por la casa de joyería Ecksand y valorados en 390 dólares (unos 343 euros aproximadamente). Les cede mayor protagonismo gracias a la pulida coleta con raya al medio y volumen en la zona de la coronilla que despeja su rostro.
A pesar de que la seña de identidad del estilo de la duquesa de Cambridge son sus vestidos hiperfemeninos y faldas midi de vuelo, a los que no renunció durante sus tres embarazos, en las ocasiones más informales apuesta prácticamente siempre por el tándem de jersey de punto, pantalones pitillo vaqueros, botas o botines y chaqueta. A estas combinaciones ha recurrido en varias ocasiones Meghan para configurar sus estilismos premamá, sin ir más lejos en los últimos dos días, ayer sumada a una blazer y hoy a una chaqueta cargo muy similar a una que llevó Kate Middleton cuando esperaba al príncipe Louis.
