Meghan Markle o cómo llevar el 'power dressing' en clave premamá

La duquesa de Sussex optó por un look muy parecido al que llevó en el último evento deportivo

Por Hola.com

La gira por Oceanía de los duques de Sussex se acerca a su fin y una de sus últimas citas han sido los Invictus Games en Sidney, el evento deportivo creado por el príncipe Harry en el que participan veteranos heridos o enfermos. Para la ocasión Meghan Markle ha vuelto a apoyar la moda local, algo que repitió este miércoles cuando llevó un bolso hecho a mano que compró en un mercado de Fiyi. En esta ocasión, la exactriz escogió una prenda particular de una conocida marca australiana, Scanlan Theodore, para mirar la final de baloncesto en silla de ruedas junto a su marido. La Duquesa, que es especialmente partidaria de los trajes y ha convertido el power dressing en un estilo característico dentro de su estética bobret, adaptó la tendencia working girl a la moda premamá combinando un pantalón negro con un top peplum de la firma con base en Melbourne.

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La chaqueta de punto favorecía la figura de la ex intérprete de Suits ya que gracias a su silueta wrap se ceñía a la cintura al anudarse en uno de los laterales. De la mitad del torso partía un volante que ocultaba la incipiente forma de la duquesa de Sussex. Es un modelo en color borgoña (481 euros) que comparte con la princesa María Isabel de Dinamarca con la diferencia de que la heredera tiene la prenda en color azul marino. El secreto del éxito de la marca entre las royals es que se especializa en diseños sencillos y modernos.

Un pantalón negro pitillo de cintura alta y unos salones de Sarah Flint, modelo Jay Pump 100 (346 euros), en ante con el detalle del tacón estampado imitando el carey que caracteriza a la firma, completaban el look. El toque moderno lo pusieron también los pendientes de plata bañados en oro de dos piezas de la firma Shaun Leane (253 euros) con forma de cuerno.

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Otro detalle que no pasó desapercibido del conjunto de la Duquesa fue el broche con forma de amapola roja que llevó abrochado en la pechera de la chaqueta. Era un adorno de la acción solidaria que realiza anualmente en noviembre la Royal British Legion para recaudar fondos. Este año, la labor caritativa tiene un peso especial ya que el día 11 celebra el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial, por lo que varios voluntarios se encuentran vendiendo el broche que lucía Meghan Markle.

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La última vez que la duquesa de Sussex se atrevió con la silueta peplum fue también en otro evento deportivo, concretamente los premios Coach Core que tuvieron lugar el pasado septiembre. Para aquella ocasión la exactriz escogió un pantalón del mismo de color, con anchura acampanada, junto al top de volante asimétrico de Óscar de la Renta en azul marino. Si bien el top suele quedar relegado a estilismos de noche o de invitadas, la Duquesa ha encontrado la manera de integrarlo en actos diurnos. Curiosamente, la Reina Letizia o la duquesa de Cambridge suelen dejar el voluminoso corte para combinarlo en trajes de chaqueta y falda, pero Meghan Markle, que está adaptando a su gusto el código de vestimenta, no tiene problemas en atreverse con la silueta conjuntándola con un pantalón.