Stella del Carmen, entre Hollywood y Marbella
Llevar tu nombre seguido de los apellidos Banderas y Griffith y conseguir tener voz propia no es algo fácil. Pero ella lo logra, y ha demostrado que, tras esa dulce cara angelical, hay una mujer con una valiosa riqueza cultural y una madurez intelectual sorprendente para su edad
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Poco a poco se va asomando al foco público, pero sin grandes estridencias ni pomposas campañas publicitarias. De forma natural, sin ambiciosas pretensiones, con la prudencia de alguien sensato y realista. Alguien a quien la fama de sus progenitores, los actores Antonio Banderas y Melanie Griffith, no ha superado al deseo de una vida normal, de disfrutarla con calma, aprendiendo de cada pequeña o gran experiencia. Y, en nuestros días, eso es un hecho poco común. Sin embargo, Stella del Carmen tiene un algo especial que no ha podido pasar inadvertido para el mundo. Y no es solo su evidente belleza dulce y fresca. Trasciende su hermosa presencia un halo de serenidad, de madurez, de observadora vivaz...
Se adivina en ella una mente pensante que la hace, como decíamos, distinta a los demás “cachorros de Hollywood”. Y ese imán que tiene la nieta de la inolvidable actriz Tippi Hedren y hermana de la también actriz Dakota Johnson es irresistible para las firmas de moda. En este sentido, su estilo ha dado un giro de 180º, pasando de looks recargados y sofisticados a una fuerte apuesta por el minimalismo y por las firmas ecoconscientes. De hecho, ha posado como modelo para algunas marcas de moda sostenible y confiesa ser usuaria de diseños vintage y de prendas slow alineadas con el comercio justo. Lo que no significa que Stella del Carmen no brille sobre la alfombra roja como toda una estrella.
Quizás por sus raíces españolas, tiene cierta preferencia por el color rojo, aunque es también frecuente verla de negro. Y muy habitual combinando ambos tonos en el mismo diseño. Gucci, Chanel y, más recientemente, Dior son algunas de las enseñas que han vestido a la hija del admirado actor malagueño Antonio Banderas. Y tampoco han faltado en su armario guiños a sus orígenes españoles, dejando hueco para vestidos y tops de lunares. Y es que siempre se ha mostrado orgullosa de sus raíces y de la mezcla de culturas que hay en ella, aunque también ha reconocido que no siempre ha sido fácil, sobre todo, por su crianza bilingüe.
Pero nuestra musa ha sabido mantener el vínculo con su legado. Como curiosidad, hace casi dos años, lanzó una fragancia, Soul, inspirada, en parte, en la Semana Santa de Málaga. Un perfume que nació con el ánimo de “nutrir” alma, cuerpo y tierra, “las tres casas”, como define en sus redes sociales. Stella del Carmen defiende la naturalidad siendo ella misma ejemplo, y basta ver sus fotos, sin apenas maquillaje y con los mínimos adornos, para darnos cuenta de que es una mujer que se muestra tal cual es. La mirada no engaña, dicen, y la de ella es directa, viva y brillante.
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