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Jennifer Lopez es una mujer polifacética. Además de su destacada faceta de cantante de éxitos como El anillo o Dinero y de jurado del programa de televisión World of Dance, la estrella del Bronx además triunfa como actriz. Ha participado en importantes producciones cinematográficas y hasta hace muy poco tenía una cita semanal en la cadena NBC en la serie policiaca Shades of Blue, ficción coprotagonizada por Ray Liotta, que tras la emisión de su tercera temporada ha llegado a su final. Unos años que han supuesto una importante etapa para la artista (tal y como ella misma expresaba a través de su cuenta de Instagram), pero a la que ha sabido dar continuidad de una manera muy especial. Así, todo el vestuario que ha lucido en la producción será subastado con fines benéficos para los damnificados por el huracán María, que asoló Puerto Rico hace casi un año.
Se trata de una causa con la que la neoyorquina se siente muy vinculada dadas sus raíces latinas y con la que ya había colaborado en otro tipo de iniciativas, como One Voice: Somos Live!, puesta en marcha por su expareja, Marc Anthony, junto a otros empresarios y artistas. De esta manera, se ha aliado con la Federación Hispana y el Programa de Ayuda y Recuperación ante Desastre UNIDOS para poner a la venta todo tipo de prendas de vestir, así como accesorios y otros elementos de 'atrezzo' a través de la página Screenbid, web especializada en comercializar el vestuario de series y películas.
Los artículos estarán a disposición del público hasta el próximo 9 de septiembre, aunque se espera que se agoten antes de que expire la fecha, dado el tirón mediático de su protagonista. Con precios de salida que rondan los 50 dólares (aproximadamente, unos 45 euros) en el caso de los objetos más baratos, las pujas son constantes por lo que las expectativas apuntan a una generosa recaudación.
En la serie, ambientada en la ciudad de Nueva York, la intérprete de On the floor daba vida a la detective Harlee Santos, madre soltera y miembro del departamento de anticorrupción del FBI. Un papel en el que el público no está acostumbrado a ver a la actriz, pero donde ha sabido desenvolverse a la perfección. Asimismo, su caracterización no ha tenido absolutamente nada que ver con el sensual estilo del que suele hacer gala en su día a día. De este modo, Jennifer dejó de lado sus ajustados y escotados vestidos para enfundarse en otro tipo de prendas mucho más anchas y poco favorecedoras bajo las que ocultaba su curvilínea silueta.
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