Razas de perro con orejas largas: ¿cómo evitar infecciones?

La escasa ventilación de esta zona puede causar problemas más graves, por lo que es fundamental estar muy pendientes de ellos

Por Gtresonline

Tener un perro en casa es una responsabilidad, pero gracias a ellos podemos pasar momentos inolvidables. Siempre teniendo en cuenta las características concretas de la raza. Si tienes un beagle, un basset hound, un cocker spaniel o un bloodhound (entre otros), sabrás cuál es la característica física que les representa: las orejas largas, caídas y grandes. Estas razas suelen ser muy deseadas, ¿por qué? Quizás porque esta parte de su cuerpo les aporta un aire melancólico y triste, y por ello, queremos abrazarlos de inmediato, o tal vez porque sus orejitas nos hacen recordar a los peluches de nuestra infancia. Pero no todo son cosas buenas, si no se cuidan adecuadamente es posible que proliferen bacterias, aparezcan infecciones o mal olor. 

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Posibles infecciones auditivas

Esta particularidad en cuanto a las orejas puede ocasionarles algunos problemas de salud que, si no se tratan a tiempo, derivan en complicaciones más graves. Los perros con este tipo de características son más propensos a la acumulación de cera, suciedad y humedad. Por lo tanto, es más factible que padezcan hongos, enrojecimiento e incluso supuración de pus. "El principal contratiempo en estas razas es que el pabellón auditivo no cuenta con una ventilación adecuada, por lo que tras el baño o un día de lluvia no se seca bien la humedad y eso deriva en la proliferación de ciertos microorganismos", nos cuenta Juan Antonio Martínez Martínez, veterinario. "Las bacterias pueden provocar, entre otras infecciones auditivas, otitis, la cual es sinónimo de dolor agudo, cambios en su comportamiento (algunos perros se vuelven agresivos ante el sufrimiento) y problemas para oír correctamente", añade el experto. 

Examinar las orejas con frecuencia

Por eso, las orejas de estos perros deben examinarse una o dos veces al año, y cualquier infección de oído debe tratarse de inmediato para evitar la inflamación y el engrosamiento del conducto. "Otros síntomas que nos pueden alertar de la situación son rascarse las orejas con las patas traseras, sacudir la cabeza hacia los laterales, quejidos y secreción amarilla o marrón que cae por los oídos con muy mal olor", comenta Martínez. "Los canes deben ser acostumbrados al baño y a la limpieza de ciertas zonas como son las orejas o los dientes. De esta manera, no lo verán como algo traumático, sino como un juego divertido", añade el veterinario. "No es necesario estar continuamente mirándoles los oídos, pero si sabes que es una raza predispuesta a las infecciones hay que poner un poco más de atención", continúa. 

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Evitar la humedad excesiva

Si tu perro acaba teniendo una otitis externa, hay que tratarlo inmediatamente y ver si hay alguna causa subyacente para que no vuelva a aparecer. Para que se pueda tratar de manera correcta hay que saber diagnosticar lo que pasa desde el principio. "Si no se soluciona la causa primera, no vas a conseguir curarlo. Hay que verlo bien", explica Martínez. "Es posible que el sistema de limpieza de este tipo de canes generalmente no funcione bien por su escasa ventilación, por lo que como dueño de la mascota en la mayoría de los casos no puedas hacer mucho. Solo prestarle un poco más de atención. Es recomendable que cortes los pelos que puedan ingresar en los oídos y acumular suciedad", explica el experto. Tanto en invierno como en verano, el cuidado de los perros con orejas largas es fundamental. Evita que haya humedad en los oídos y así reducirás al máximo las infecciones o complicaciones.