Cómo evitar que tu gato engorde tras la esterilización

Este procedimiento conlleva una disminución tanto de su actividad como de su metabolismo, por lo que debemos estar muy pendientes de su peso

Por Gtresonline

La esterilización de las mascotas es una tendencia cada vez más extendida y recomendada por expertos y veterinarios, bien para controlar la natalidad y evitar posibles abandonos en el futuro o bien para garantizar el bienestar de nuestros animales de compañía y favorecer la convivencia con ellos. Es el caso de los gatos, ya que pueden plantear algunos problemas de conducta -como el marcaje territorial, vagabundeo, o molestias por los celos- que desaparecen con la castración, además de controlar otros de tipo orgánico (tumores de mama, quistes ováricos, tumores testiculares). A pesar de estas ventajas, uno de los principales inconvenientes que presenta es una mayor tendencia al sobrepeso u obesidad, consecuencia de los cambios hormonales que acarrea esta cirugía, consistente en la extracción de los órganos reproductores.

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¿Puedo prevenir que mi gato engorde?

En la mayoría de los casos, el metabolismo de los felinos castrados o esterilizados se ralentiza y aumenta su apetito. El Colegio de Veterinarios de Madrid señala que esto no debería suponer un problema importante, pues reduciendo mínimamente la cantidad de comida o utilizando alimentos menos calóricos, se puede prevenir perfectamente. Asimismo, indica que diversos estudios afirman que los animales obesos castrados, también lo hubieran sido con seguridad, aunque no hubieran sido operados, debido a sus hábitos alimenticios y cuidados de sus propietarios. De este modo, con una dieta correcta y un mínimo de ejercicio, no tienen por qué engordar.

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¿Cómo evitar el sobrepeso?

Siguiendo unos sencillos consejos, ayudarás a tu gato a mantenerse en plena forma y evitar otras dolencias derivadas de la obesidad como la diabetes, presión arterial alta, problemas en el tracto urinario o movilidad reducida.

  • Elegir un alimento especialmente formulado para ellos. En la actualidad la industria alimenticia especializada en nutrición felina presenta una amplia oferta para responder a las necesidades de un gato castrado o esterilizado. Suelen contener un 20% menos de calorías, pero una mayor concentración de nutrientes (sobre todo proteínas), por lo que no es necesario disminuir la cantidad de comida a ingerir evitando que pasen hambre.
  • Alimentación baja en grasas. Reducir la ingesta en grasa, en especial las de baja calidad también les ayudará a mantenerse en su peso óptimo, dado que su contenido calórico es mayor al de las proteínas e hidratos de carbono. No obstante, no se les debe privar del todo de los ácidos grasos esenciales puesto que son necesarios para la salud de sus articulaciones, pelo y piel.
  • Dieta rica en fibra. Aumentar la dosis de este nutriente es esencial para su dieta pues aporta muy poca energía y aumenta la sensación de saciedad.

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  • Alta cantidad de proteínas y menos carbohidratos. Debemos recordar que los gatos son animales carnívoros y depredadores por naturaleza por lo que su organismo está especialmente diseñado para ello. Así, una alimentación rica en proteínas es la más adecuada para garantizar su bienestar físico, ayudándoles a mantener su masa muscular. Por otro lado, se debe controlar el aporte en hidratos de carbono, puesto que su metabolismo no está adaptado a ellos.
  • Evitar la comida casera. Los expertos inciden en que nuestra propia comida no suele resultar una buena opción para las mascotas. Esta puede presentar carencias e, incluso, provocarles trastornos digestivos puesto que su organismo no está preparado para digerir correctamente determinados nutrientes. Se les debe acostumbrar a consumir exclusivamente su alimento, evitando suministrarles de forma continuada 'golosinas' que desequilibran su dieta y pueden conducir a la obesidad.
  • Fomentar su actividad física. Aunque a los gatos no se les suele sacar a pasear como a los perros, existen otras actividades que podemos realizar con ellos dentro de casa como jugar con una pelota, juguetes interactivos o algo tan simple como arrastrar un cordón para que lo sigan. Saltar de un lado a otro también puede suponer un perfecto ejercicio para mantenerse ágiles.