Recordamos las bodas de Alejandra y Eugenia Osborne tal como las contó ¡HOLA!
Este sábado, 2 de octubre, Claudia Osborne y su pareja, José Entrecanales se darán el ‘sí, quiero’. Un esperado enlace que estará marcado por la tradición familiar
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Este sábado, 2 de octubre, Claudia Osborne y su pareja, José Entrecanales se darán el ‘sí, quiero’. Una esperada boda que estará marcada por la tradición familiar. Y es que la pareja ha elegido la misma iglesia y finca en la que que casaron los padres y hermanas de la novia: el histórico templo de San Miguel ubicado en Jerez de la Frontera, y la finca ‘Santiago’, una propiedad que tienen los Osborne a las afueras de la localidad.
Enlaces, los de sus hermanas, que fueron portada de ¡HOLA! y que recordamos a escasas horas de la ceremonia.
La boda de Alejandra
El 25 de octubre de 2003 Alejandra Osborne, la hija mayor de Bertín Osborne, contraía matrimonio con Joaquín Buendía Martín. Fue a las nueve de la noche en la iglesia San Miguel, de Jerez de la Frontera, la misma en la que los padres de la novia, Bertín y Sandra Domecq, habían celebrado su enlace en 1977, veintiséis años antes. “En este lugar se casaron mis padres y mis abuelos, y además me parece la iglesia más bonita de Jerez. Es por esto que me quiero casar aquí”, explicaba Alejandra días antes del enlace a ¡HOLA!
Explica la crónica que publicó ¡HOLA! en aquel momento, que Bertín, el orgulloso padrino, estaba nervioso, y que Alejandra caminaba serena y sonriente aunque pocas horas antes de la boda había recibido una mala noticia: una de sus íntimas amigas, y que iba a ser testigo de su enlace, fallecía horas antes en un accidente de tráfico cuando viajaba de Madrid a Sevilla para estar presente en la boda.
Ocho centros florales de aspecto silvestre adornaban el altar de la nave central de la iglesia de San Miguel. Frente al altar esperaban Joaquín y su madre madrina, María Teresa Martín Fernández, que lució un vestido verde esmeralda y mantilla española, cogida con un bonito broche de brillantes. También estaban los familiares más cercanos de los novios: Sandra Domecq, las tres hermanas de Alejandra, Eugenia, Claudia y Ana Cristina (nacida en el matrimonio de Sandra con Fernando Portillo), y los hermanos de Joaquín, Luis Felipe, Cayetano y María Prado Buendía Martín.
A su llegada a la iglesias, la novia sorprendió con un traje, de inspiración medieval, formado por un abrigo marrón y un vestido dorado, ambos diseñados por ella misma. Alejandra también se encargó de imaginar los vestidos que lucieron su madre y sus hermanas Eugenia y Claudia.
La ceremonia, oficiada por el sacerdote Joaquín Lozano, amigo de la familia, estuvo cargada de momentos emotivos. “Tengo que confesar que claudiqué. Me entró de repente una especie de llorera cuando se intercambiaban las alianzas. Me estuve mentalizando una semana antes y estuve mentalizado hasta que se levantaron al altar y se dieron el ‘sí, quiero’. Me dio una vergüenza horrible porque miré a Sandra y vi que ella se mantenía entera”, explicó Bertín a ¡HOLA! días después del enlace.
Tras la ceremonia, la familia y los invitados se desplazaron a la finca ‘Santiago’. Los novios eligieron un menú en el que no faltaron productos la tierra y vino de Jerez. Después de los entrantes, los invitados pudieron disfrutar de un menú compuesto por salmón marinado a las algas sobre queso fresco y langostinos, suprema de faisán real en plumaje sobre tosta de hojaldre y, para terminar, tulipa caramelizada con mandarina y parsait de chocolate con nueces.
Como suele ser habitual, la novia y el padrino abrieron el baile con un tradicional vals. Después todos los invitados bailaron animadamente hasta altas horas de la noche, momento en el que se sirvió un chocolate con churros.
El ‘sí, quiero’ de Eugenia
Eugenia Osborne y Juan Melgarejo se casaron en abril de 2011, después de tres años de noviazgo, en la misma iglesia que sus padres -Bertín Osborne y la fallecida Sandra Domecq- y su hermana Alejandra, la Iglesia de San Miguel de Jerez de la Frontera. Cuenta la crónica que publicó ¡HOLA! en aquel momento que la novia (recién licenciada en Psicología) llegó a la iglesia del brazo de su padre unos 10 minutos antes de las 12 del mediodía, la hora prevista para iniciar la ceremonia. Allí la esperaba Juan que, poco antes, había llegado a la iglesia en un precioso coche de época acompañado por su madre, Aurora Melgarejo Osborne. La madrina apostó por un traje de corte imperio en terciopelo chiffon de seda natural color burdeos, con bordados de roleos y arabascos en pasamanería a tono, realizado por Lorenzo Caprile. Además, se decantó por llevar la tradicional peineta y mantilla de encaje negro, una pieza de familia.
Eugenia sorprendió al elegir un diseño que poco tenía que ver con los vestidos de novia más tradicionales. La hija de Bertín se decantó por un vestido con escote asimétrico, base en satén de seda y realizado con distintas capas en muselina y chiffon bordado con hilo de plata. Contaba además con un sari en tul de seda que se apoyaba sobre el vestido, haciendo el efecto de velo. Una original apuesta obra del diseñador Miguel Palacio. La novia completó el look con un recogido de tipo romántico decorado con flores de plata y un sencillo ramo de flores blancas. Con mucha gracias, Eugenia explicó que “aunque Miguel me ha hecho esta maravilla, yo he aportado ideas. Al principio yo quería un traje de estilo hippy, pero luego me empeñé en que tenía que ser como los que salen en la película Gladiator”.
Precedida por su cortejo de pajes y damitas (sus primas Manuela López de Carrizosa Domecq y Mencía Azaola Domecq, su sobrino Santiago Buendía Ortiz y su hermano pequeño, CarlosOrtiz Martínez) y al son de la Marcha nupcial de Wagner, a cargo del Orfeón Virgen de la Escalera de Rota, la novia hizo su entrada en el templo. Al verla, Juan Manuel exclamó: “¡Qué guapa estás! Me encanta el vestido”, como desveló después a ¡HOLA! Eugenia.
La novia también explicó que llevaron las arras con las que se casó su madre. “Los anillos nos los han regalado dos amigas mías que fundieron las cosas de oro que se regalan en las comuniones, bautizos... Ha sido algo muy especial”.
Tras la ceremonia religiosa, los novios, ya convertidos en marido y mujer, y los 400 invitados se trasladaron a la finca ‘Santiago’, propiedad de la familia de Eugenia, para poner el broche de oro a un día lleno de emociones. Tras el cóctel y el almuerzo (en el que destacó el arroz caldoso con pato y, como sorpresa para la familia, un postre de merengue con crema de Santiago, crujiente de almendras y frambuesitas naturales), en el que Manuel Juliá, director general de Juliá Catering, y su mano derecha en Jerez, Rocío Llorente, se encargaron de que todo saliera a la perfección, los novios, siguiendo la tradición, cortaron la tarta.
Eugenia abrió el baile con el padrino, Bertín, al son del vals de La Cenicienta, en la versión de la película de Walt Disney, al que siguió la inolvidable I’ve got you under my skin, en la voz de Frank Sinatra.
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