Presta atención a estos signos
Es habitual, además, un inicio insidioso de los cuadros depresivos:
-Poco a poco vamos experimentando menos capacidad para disfrutar, para conectar con emociones agradables.
-Mayor predominio de pensamientos negativos o rumiativos.
-Sentimientos de inutilidad o desesperanza.
-Podemos también mostrarnos más irritables, sensibles y con menor tolerancia al malestar
-Es habitual la tendencia a dejar o descuidar aficiones, inquietudes así como rechazo a tener interacciones o relaciones sociales.
-Tendencia al aislamiento o encamamiento.
-Podemos empezar a abandonar hábitos o pautas básicas de conducta como tener unos horarios organizados, problemas con el apetito y estilo de alimentación así como problemas en la calidad de nuestro sueño y descanso.
-La libido y el deseo sexual también pueden verse interferidos.
-Molestias físicas, problemas digestivos o musculares entre otros son algunos de los síntomas prototípicos.
-También se ve afectada la capacidad para concentrarnos, atender o comprender y retener información, pudiendo manifestar problemas de memoria entre otros síntomas, así como presentar dificultad para tomar decisiones.
“A medida que el curso de la depresión puede ir avanzando, como síntomas principales podemos identificar el experimentar niveles de energía bajos, fatiga o cansancio, así como dificultad para mostrar iniciativa, falta de ilusión o fuerza para emprender actividades que antes realizábamos sin apenas coste alguno. Abandono de responsabilidades o actividades de vida diaria. El predominio y el malestar que nos provocan los pensamientos negativos será difícil de reconducir o cambiar sin ayuda profesional. Pueden aparecer conductas y pensamientos de carácter autodestructivo”, detalla.
Lee también: ¿Le das vueltas a lo mismo todo el tiempo? Tal vez padeces el síndrome de rumiación mental