Abdomen plano, brazos bien definidos, piernas sin grasa… el canon de belleza ideal suele incluir estos rasgos, que se convierten en el gran anhelo de muchas mujeres y que, en buena parte de las ocasiones, se aleja del canon de las mujeres reales. Lo cierto es que, pese a que los años pasan y los gustos estéticos pueden ir variando, hay una serie de preocupaciones que siempre rondan en la cabeza de la mujer.
Y, sin duda, el entrenador personal se convierte en una persona de confianza a la que le contamos nuestros desvelos, qué es lo que nos preocupa, lo que nos puede causar cierto complejo y, sobre todo, qué es lo que queremos mejorar. Tal y como nos cuenta Miguel Rojas Lozano, director de Hiitstudio, actualmente la visión del entrenador personal está cambiando bastante. “Antes se veía como esa figura de persona enorme, fuerte y musculado que prepara a 'atletas' o a gente super preocupada con su físico o gente con unos niveles de obesidad patológicos como mucho. Por lo que lo primero que muchas chicas te dicen es 'yo no quiero coger musculo que me pongo muy grande en seguida'. Muchas chicas tienen miedo a verse musculosas y grandes. Y así, en términos generales, simplemente quieren verse más delgadas y ‘duras’. Hacer trabajo de fuerza en ningún caso va a muscularse al menos que haya un estímulo específico, una dieta específica y un descanso adecuado. El proceso de hipertrofia es muy complejo y más en mujeres”, nos detalla el experto, que incide en que actualmente la figura del entrenador personal va avanzando. “Cada vez más las chicas confían en nosotros y nos piden objetivos más específicos”, nos explica.
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