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Estamos, sin duda, ante la que es considerada la enfermedad invisible. Y es que la hipertensión, en general, no manifesta síntomas evidentes, lo que hace que muchas personas no tengan el diagnóstico cuando realmente sí que padecen un problema que tenemos que tener controlado. Más aún si tenemos en cuenta los datos de prevalencia: casi cuatro de cada diez españoles sufre esta patología, que se puede prevenir cambiando algunos hábitos de vida.

 

“La sangre circula a más presión de lo consideramos normal y, en resumen, llega con más fuerza al corazón y con ello le obliga a funcionar a mayor rendimiento. Del mismo modo, los vasos sanguíneos tienden a sentir más tensión y con ello mucha mayor fragilidad”, nos cuenta la farmacéutica Meritxell Martí. “Consideramos la presión arterial sistólica cuando el corazón bombea y la diastólica entre los latidos. Pero en palabras populares la sistólica es la “alta” y la diastólica la “baja”. Hablamos de hipertensión más o menos grave cuando hay valores de entre 140 a más de 160 y mínima de 90 a por encima de 100”, nos explica, y añade que hay diferentes motivos por los que puede alterar la presión arterial: por el momento del día, o por factores propios o externos, como puede ser simplemente la altura.

 

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La importancia de tenerla bajo control

En periodos de hipertensión es importante tratar de monitorizarla para tenerla controlada, y lo ideal es siempre con el mismo aparato y a la misma hora. “Es especialmente importante hacerlo en personas sensibles con otras enfermedades, como aquellas con problemas renales, hipertiroideas, diabéticas, obesas y embarazadas”, añade la propietaria de Farmacia Meritxell. Aunque no suele dar síntomas, cuando se sufre una crisis, sí que podemos notar dolor de cabeza severo, nerviosismo o ansiedad, dificultad en la respiración y hasta hemorragias nasales. Es el médico quien debe pautarnos el tratamiento en el caso de que sea necesario, y nos recomendará un cambio de hábitos de vida, así como medicación adecuada que nos ayude a controlarla en el caso de que sea necesario. Pero lo cierto es que, tal y como nos cuenta Meritxell Martí, también tenemos a nuestro alcance remedios naturales que pueden echarnos una mano para afrontar este problema.

 

De entrada, podemos ayudarnos a disminuir la hipertensión:

-Controlando el estrés.
-Practicando ejercicio, teniendo en cuenta que siempre hay que empezar de forma suave.
-Manteniendo nuestro peso bajo control, y en el caso de tener sobrepeso, intentar bajar kilos.
-Cuidando nuestra dieta, disminuyendo el nivel de alimentos ricos en sodio, el contenido de grasas y aumentando la infesta de fibra.
-Dejando de fumar.
-Eliminando totalmente el consumo de alcohol.
-Reduciendo el consumo de cafeína, sobre todo en personas sensibles a ella.

 

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Ajo

Hay, además, una serie de productos naturales que nos ayudarán en nuestra batalla contra la hipertensión, aunque tal y como nos cuenta Meritxell Martí, hemos de tener en cuenta y es importante saber que no sustituyen en ningún caso a los fármacos prescritos por nuestro médico. Nos pueden echar una mano en nuestro objetivo de reducir nuestros niveles.

Así, el primero de ellos es el ajo, que tiene la capacidad de ayudar a disminuir la presión arterial, al relajar y dilatar los vasos sanguíneos, lo que contribuye a que la presión disminuya. Se aconseja tanto el ajo crudo, como en los platos cocinados, aunque si el sabor es demasiado fuerte también se puede tomar en cápsulas (en este caso, la dosis aconsejada es de 1,8 mg/día).

 

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Cardamomo

En algunos estudios, indican que tomar a diario durante unos meses cardamomo ayuda a disminuir la tensión arterial. Se pueden incluir una cucharadita de semillas de cardamomo en la dieta. Meritxell Marti también sugiere optar por un saludable té de jengibre y cardamomo, aprovechando así su gran contenido en flavonoides. Este se puede preparar añadiendo a la bolsita de té negro, una cucharada de cardamomo y dos cucharadas de jengibre fresco. Solo hay que infusionar, filtrar y endulzar al gusto.

 

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Agua de coco

Tal y como nos cuenta la farmacéutica, el agua de coco, a poder ser fresca, tiene un alto contenido en dos nutrientes muy destacados: el potasio y el magnesio. Ambos minerales ayudan a relajar la musculatura, entre ellos la del corazón.

 

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Espino blanco

Un remedio natural que viene, en este caso, de la medicina tradicinal china. Generalmente se recurre a ella pues al utilizar cocciones de esta flor, se ayuda a prevenir los coágulos o las placas en los vasos sanguíneos, aunque también se puede tomar en cápsulas o gotas. Hay que destacar que es muy rico en flavonoides, procianidinas y quercetina. En opinión de la experta, esta planta es útil tanto para la hipertensión como para las arritmias cardíacas, ya que ayuda a aumentar la capacidad de los vasos sanguíneos, lo que contribuye a reducir la presión de estos.

 

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Hibisco

El hibisco tiene acción diurética y es de ayuda para eliminar el sodio del canal sanguíneo, lo que ayuda a disminuir la presión arterial. Ayuda a que los vasos sanguíneos se relajen y el volumen sanguíneo disminuya lo que influye a la hora de intentar mantener la tensión arterial bajo control. Se puede tomar como infusión añadiendo un palito de canela en la misma.

 

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Esencia de lavanda y canela

El aceite de lavanda se puede usar como relajante, como aromaterapia para ayudar a disminuir la presión arterial. Por su parte, la canela es buena opción. Añadir canela en la dieta a diario puede ayudar a bajar la tensión arterial sobre todo en personas diabéticas.

 

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Melón

Gracias a los comoponentes de esta dulce fruta veraniega, ayuda a aumentar la resistencia de los vasos sanguíneos. Se aconseja la ingesta del melón en ayunas al despertarse. Y hay que tener muy en cuenta, además, su acción diurética.

 

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Omega 3

Algunos estudios indican que el consumo de ácidos grasos Omega 3 puede ayudar a reducir la hipertensión. Son útiles también para ayudan a reducir los triglicéridos y a aumentar el colesterol HDL o de alta densidad. Y es que nadie duda de sus beneficios cardiovasculares. 

 

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Uña de gato

Esta planta también ha sido utilizada en problemas de hipertensión en medicina tradicional china, aunque es típica también en Sudamérica, sobre todo en la selva del Amazonas, y es usada muy habitualmente por los nativos gracias a su acción vasodilatadora. También hay que destacar una ligera acción diurética, por lo que ayuda a eliminar toxinas. Hay que tener presente que tiene un alto contenido en taninos y flavonoides.

 

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Suplementos nutricionales

También podemos recurrir a la ayuda de suplementos nutricionales que nos echarán una mano si lo que queremos es mantener la tensión bajo control, en los niveles adecuados. Así, podemos recurrir a la L-Arginina, un aminoácido que tiene acción vasodilatadora por lo que en ayuda a disminuir la tensión arterial, aunque es recomendable recurrir a él durante un corto periodo de tiempo y siguiendo la prescripción del médico o farmacéutico. También nos puede ayudar la CO-Enzima Q10, uno de los suplementos que más se suele recomendar para ayudar a disminuir la presión arterial en personas con hipertensión moderada. Tiene capacidad de proteger el corazón, y es altamente antioxidante. Por último, puede ayudarnos la vitamina D, y es que se observa que las personas con déficit de este nutriente tienen más frecuentemente tendencia a hipertensión.

 

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