La escena es sencilla pero poderosa: Laura Gámez, referente en medicina frecuencial, habla en el pódcast Tiene sentido de Eli Romero, despacio y con una calma contagiosa. Cada una de sus palabras parece tener un peso y una intención. "Yo puedo estar aquí contigo y diez personas más y, si llega alguien muy resfriado, quizá tú te resfríes y yo no. Y muchos dirán: claro, es el sistema inmunológico. Pero… ¿y qué gobierna el sistema inmunológico? La mente, la conciencia, los pensamientos y la energía vital", reflexiona.
Su manera de entender la salud desafía los esquemas tradicionales: "Un cuerpo que está en su voltaje natural, cuando está en coherencia, no enferma", afirma. Y añade: "cuando estás en tus patrones fisiológicos, no enfermas".
Cuando Laura habla de "patrones fisiológicos", se refiere a los procesos automáticos del cuerpo que se repiten de forma inconsciente, y que, según ella, están profundamente influidos por nuestras creencias, emociones y pensamientos. Lo explicamos a continuación más en profundidad.
¿Qué son los patrones fisiológicos?
Son respuestas físicas automáticas que el organismo repite una y otra vez porque están "programadas" por experiencias, emociones o aprendizajes pasados.
Por ejemplo: si una persona ha vivido durante años con estrés o miedo, su cuerpo puede mantener un patrón fisiológico de alerta constante (niveles altos de cortisol, tensión muscular, digestión alterada, etc.). O si alguien ha asociado el descanso con culpa ("descansar es perder el tiempo"), su sistema nervioso puede mantener una activación permanente, incluso cuando intenta relajarse.
Laura explica que estos patrones se sostienen en el tiempo porque el cerebro y el cuerpo se acostumbran a ellos, igual que un músculo se acostumbra a un gesto. Y mientras la mente no cambie la creencia o emoción que los origina, el cuerpo seguirá reproduciendo el mismo estado químico y eléctrico.
Desde su enfoque, cada pensamiento y emoción tiene una frecuencia específica que modifica la bioquímica, la electricidad y la estructura celular del cuerpo. Por tanto, un "patrón fisiológico" sería la manifestación física de una frecuencia emocional o mental sostenida en el tiempo. Dicho de otro modo: un patrón fisiológico es la forma en que una creencia se imprime en el cuerpo.
Un ejemplo práctico: imagina a una persona que, de manera inconsciente, cree: "no soy suficiente". Esa creencia genera un patrón emocional (ansiedad, inseguridad), que, a su vez, produce un patrón fisiológico (taquicardia, tensión en el pecho, dificultad para dormir). Mientras no cambie la creencia, el cuerpo seguirá generando esa misma química y esa misma reacción automática.
En resumen, para Laura Gámez, los patrones fisiológicos son respuestas corporales repetitivas que reflejan emociones y creencias inconscientes; manifestaciones bioquímicas y energéticas de nuestra información mental y emocional; puentes entre la mente y el cuerpo, que pueden transformarse cuando se cambia la frecuencia mental o la creencia que los origina.
Cómo cambiar una creencia limitante
¿Podemos hacer algo desde casa? Laura asegura que sí. "La mejor práctica es la atención consciente", dice. "Darse cuenta de que lo que pensamos no es la realidad, sino una interpretación aprendida. Cuando te das cuenta de que eres tú quien se está limitando, ahí comienza el cambio".
Su método, La holografía de creencias, se basa en visualizar con detalle una nueva versión de uno mismo. "La neurociencia ha demostrado que el cerebro no distingue entre lo real y lo imaginado. Si visualizas con suficiente intensidad emocional, tu mente crea nuevos circuitos neuronales que preparan al cuerpo para esa nueva realidad".
Para Laura, el entrenamiento de la mente debería ser tan habitual como el del cuerpo. "En el deporte de élite ya lo saben: sin una mente entrenada, no hay alto rendimiento. Pero en la vida cotidiana, nadie nos enseña a entrenar la mente. Y eso es un error", sostiene.
Y lo resume todo en una frase que podría ser un mantra: "lo que digo, lo que pienso y lo que siento impacta en mi biología. Si quiero crear una nueva creencia, tengo que pensar algo diferente, decirme algo diferente y sentir algo diferente".
Un cambio de era
Laura está convencida de que el futuro de la salud pasará por entender la energía humana. “Dentro de 50 años será normal hablar de restaurar nuestro campo bioenergético. Será lo único que trataremos. Porque la vida es una frecuencia constante: todo vibra, todo emite información. Y esa información, si sabemos gestionarla, tiene el poder de transformarlo todo”.
Claves del método de Laura Gámez
- Atención consciente: observar tus pensamientos sin juicio.
- Identifica tus creencias: descubre qué ideas te limitan.
- Crea un nuevo holograma mental: visualiza tu nueva realidad con emoción y detalle.
- Integra la nueva frecuencia: piensa, di y siente en coherencia con esa versión de ti.
- Entrena cada día: la mente, como el cuerpo, necesita práctica.
"La realidad no es lo que vemos, sino lo que creemos posible", concluye Laura con una sonrisa. Y en esa frase, quizá, resida la verdadera frecuencia de la salud.