Si tienes un miedo intenso y persistente a que te roben, puedes padecer esta fobia

Las personas con harpaxofobia tienen un temor a ser despojadas de sus pertenencias que va más allá de la precaución natural

Por Pilar Hernán

Si te has sentido incómodo al caminar solo por una calle oscura o has experimentado una inquietante sensación al abrir tu bolso en un lugar concurrido, es posible que estés lidiando con la harpaxofobia, un término poco conocido, pero que simplemente se refiere al miedo a ser robado. Así nos lo explica la psicóloga clínica y coach ejecutivo Pilar Guerra Escudero, que detalla que la harpaxofobia va más allá de la precaución natural y se manifiesta como un miedo intenso y persistente a ser despojado de nuestras pertenencias.

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¿Por qué se produce?

Como sucede en todos los casos de fobias, hay que tratar de buscar las causas que pueden influir en su aparición. “El miedo a ser robado no es simplemente una preocupación pasajera por la seguridad personal; puede estar arraigado en experiencias y procesos psicológicos más profundos”, nos explica la experta, que detalla las siguientes:

  • Experiencias pasadas traumáticas: La harpaxofobia a menudo tiene sus raíces en experiencias previas de robo o violación de la privacidad. Estas vivencias traumáticas pueden dejar cicatrices emocionales y generar una respuesta de miedo persistente.
  • Modelado de comportamiento: La observación de figuras significativas, como padres o amigos, que exhiben un miedo excesivo al robo puede influir en la adopción de la harpaxofobia. Los patrones de comportamiento aprendidos pueden impactar profundamente en la psique.
  • Sensación de vulnerabilidad: La harpaxofobia a menudo está vinculada a una percepción exagerada de vulnerabilidad. Las personas que la experimentan pueden sentir que el mundo es inherentemente peligroso, incluso en situaciones cotidianas.

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¿Cómo se manifiesta la harpaxofobia?

Tal y como nos detalla la psicóloga, las personas que sufren de harpaxofobia pueden experimentar una variedad de síntomas. “Desde la hipervigilancia constante hasta la evitación de lugares concurridos, este miedo puede afectar la calidad de vida. También puede generar ansiedad, sudoración excesiva e incluso ataques de pánico en situaciones que despierten el temor a ser robado”, nos cuenta.

Consejos para abordar esta fobia

Para afrontar esta preocupación por ser robado intensa, persistente y generalmente infundada, Pilar Guerra Escudero nos resume las que son, en su opinión, las pautas más eficaces que podemos seguir:

  • Comprender nuestros miedos: Identificar las experiencias pasadas que han contribuido a nuestra harpaxofobia es el primer paso para superarla. Puede ayudar hablar con amigos, familiares o incluso con un profesional si es necesario.
  • Incrementar la seguridad personal: Hay algunas medidas prácticas, como mantener cerradas las cremalleras de nuestro bolso o usar dispositivos de seguridad, para sentirnos más seguro en situaciones potencialmente riesgosas.
  • Exposición gradual: La exposición controlada a situaciones que despiertan el miedo es una técnica efectiva. A través de la gradual familiarización con estas situaciones, se puede reducir la intensidad del miedo experimentado.
  • Mindfulness y atención plena: La práctica de mindfulness puede ayudar a las personas a cultivar una conciencia plena del momento presente, reduciendo la ansiedad asociada con la harpaxofobia. Técnicas de respiración y meditación pueden ser especialmente útiles.

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Buscar apoyo profesional

También puede ser necesario buscar apoyo profesional, pues un psicólogo clínico puede proporcionarnos estrategias específicas para abordar y superar la harpaxofobia. Entre estas estrategias se puede incluir:

  • LaTerapia Cognitivo-Conductual (TCC). Este enfoque terapéutico se centra en identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos. Un terapeuta puede trabajar con nosotros para desafiar y reemplazar pensamientos irracionales relacionados con el miedo al robo.
  • La Reestructuración Cognitiva, es decir, trabajar en cambiar las creencias subyacentes sobre la seguridad personal. La reestructuración cognitiva implica desafiar y modificar pensamientos distorsionados que alimentan el miedo.
  • Exploración de las raíces traumáticas. En terapia, se exploran las experiencias pasadas traumáticas para comprender y procesar emociones no resueltas. Este enfoque puede ayudar a liberar el poder del trauma sobre la harpaxofobia.

“Enfrentar la harpaxofobia implica más que simplemente gestionar los síntomas; implica abordar las causas subyacentes y cultivar una nueva relación con la seguridad personal. Con el apoyo adecuado, es posible superar este miedo y recuperar el control sobre la propia vida”, concluye.