Tener relaciones de amistad sanas, esencial para disfrutar de una buena salud mental

La psicóloga Alicia González resume en su libro 'Amigos mejores' las claves para construir vínculos sanos, gestionar los conflictos del día a día o recolocar o soltar las relaciones que ya no nos hacen bien

Por Pilar Hernán

¿Qué hago con esa amiga que me dice que me quiere, pero no deja de aprovechase de mí? Si no tengo un grupo de amigos de toda la vida, ¿es que he hecho algo mal? ¿Debo volver a escribir a ese amigo que me dejó de hablar sin más? ¿Cómo puedo conectar mejor con las personas de mi alrededor que me gustan? ¿Existe algún truco para conocer gente? Todas esas preguntas encuentran respuesta en Amigos mejores, el libro que acaba de publicar la psicóloga sanitaria Alicia González (@aliciagonzalezpsicologia) con Montena, un libro en el que da las pautas para construir amistades sanas y curar las heridas del pasado. Y es que la autora tiene claro que tener amistades profundas es esencial en todas las etapas de nuestra vida para disfrutar de una buena salud mental. Sin embargo, nadie nos ha enseñado a construir vínculos sanos, a gestionar los conflictos del día a día ni a recolocar o soltar las relaciones que ya no nos hacen bien. Es hora de tomar las riendas y nos da algunas claves.

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Su libro nos puede ayudar a construir amistades sanas, ¿piensa que es una tarea complicada?

¿La gestión emocional es complicada? A veces, y se trata de la relación con uno mismo. ¡Cuánto más será entre dos personas que tienen que gestionar sus propias emociones y a la vez vincularse? Es complejo, claro que sí, y a la vez, una relación saludable se nutre de las pequeñas y sencillas cosas: contacto, cariño, presencia, escucha, generosidad, amor...

Muchas personas piensan que las amistades hay que cuidarlas y trabajarlas a diario, ¿cuál es su opinión?

No siempre y no de la misma manera. No podemos pretender poder cuidar ni querer que nos cuiden siempre igual en una vida que cambia constantemente. Quizá si tengo niños pequeños y un trabajo de muchas horas, los días me pasan rápido, las semanas vuelan y no puedo cuidar mis relaciones de amistad cada día. A veces yo envío un "te pienso" a una amiga, y no le pregunto cómo está porque no voy a poder detenerme a escuchar su respuesta. Otras veces envío un audio podcast de update de mi vida a mi amiga y ella me envía el suyo dos días después porque la vida corre y tú haces lo que puedes. Hay otras amistades que necesitan cuidado diario porque ambas personas coincidís o porque una de ellas está pasando por un bache duro. Las amistades se mueven, y justamente a veces lo que más cuesta es tolerar ese movimiento como algo natural, sin verlo como una posible despedida o ruptura definitiva.

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¿Qué beneficios nos aporta tener amistades sanas y profundas?

Tener un amigo mejor, un buen amigo, una relación de amistad profunda, es un regalo, y ¿por qué? Porque sentirte especial, crear una conexión única, sentirte vista, que perteneces, que hay alguien que te quiere sencillamente por ser tú, es una de las cosas más bonitas que puede pasarte. En la familia, existen y se mantienen las relaciones por el amor fraternal, por la lealtad transgeneracional y muchas veces, por presión social. En la pareja, existe un amor romántico en el que se obtiene placer íntimo sexual, y se crean, en el caso de así desearlo, nuevos núcleos familiares a través de los hijos. La amistad es un tipo de vinculación que no tiene un motivo más allá que la genuina compañía en la vida. Solo eso. La amistad va por libre, se alimenta de lo puro y lo genuino, de la autenticidad y de las historias compartidas. Y eso es lo que le hará siempre necesaria y libre, independientemente de la edad o del momento vital en el que estemos.

¿Podríamos decir que hay tantos tipos de amistad como personas?

Sí, y es que con cada persona creamos un vínculo único, porque somos irremplazables. Por eso los duelos son tan duros, ya que cuando se pierde una relación, se pierde todo un mundo relacional que era solo vuestro.

En lo que se refiere a la amistad, ¿es importante aprender a identificar lo que necesitamos?

Tanto lo que necesitamos, como lo que no, y también lo que vamos a ofrecer, lo bueno, lo malo...

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Plantea una pregunta que sin duda hay personas que se pueden hacer, si no tengo un grupo de amigos, ¿es que he hecho algo mal? ¿Por qué solemos juzgarnos en relación a los aspectos relacionados con la amistad?

Muchas personas a menudo tienen lo que se conoce como culpa patológica, que se caracteriza, sobre todo, por pensamientos obsesivos sobre lo que deberías haber hecho, sobre cómo podrías haber hecho mejor las cosas, sentimientos constantes de culpa, preocupación constante por haber ofendido o causado algún tipo de malestar a los demás... Preocupación constante por haber molestado a otros... Esta puede ser una opción, aunque también, como seres humanos, por lo general tendemos a responsabilizarnos de aquello a lo que le falta una explicación. Si no entiendo lo que pasa o si a mi cabeza no le cuadra que te hayas ido de mi vida sin explicarme nada, yo rellenaré esos huecos con aquello que puedo controlar: "yo". Me culparé, pensaré que estoy roto y que debido a mí, esa persona ha actuado de una manera irresponsable afectivamente. ¿Suena mal, cierto? Lo hacemos constantemente.

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¿Hay amistades perfectas, para toda la vida?

No hay amistades perfectas porque no existen las personas perfectas. Amistades de toda la vida sí que las hay, pero para toda la vida, no lo sé. Ni tú, ni yo, ni las personas que están leyendo esto. No sabemos cuánto va a durar ninguna relación. Podemos cuidarla para que dure lo máximo posible, teniendo el deseo de que sea para toda la vida, y puede que sea así. Pero si no lo es, jamás querrá decir que habremos fracasado. La vida es demasiado compleja como para cometer la absurdez de responsabilizar por completo de una ruptura a una persona (siempre que no haya habido ningún tipo de abuso o maltrato).

¿Por qué piensa que hay personas que tienen amigos, como dice el dicho, hasta en el infierno, mientras que otras personas apenas los cuentan con los dedos de la mano?

Porque somos distintos y todos tenemos necesidades, por tanto, distintas. Hay personas extrovertidas que recargan su energía en el contacto con los demás. Lo usual es que este tipo de persona se relacione con mucha gente, lo cual no quiere decir que tenga muchos mejores amigos o amigos íntimos. Por el contrario, las personas introvertidas recargan su energía en los momentos a solas. Por lo general, hay estudios que indican que podemos tener un máximo de 5 amigos íntimos, de aquellos que son casi familia. Habrá gente que se abrume al escuchar ese número porque piense que son demasiados, y está bien, no tenemos que tener 5, con 1 o 2 amigos íntimos, podemos estar completamente satisfechos.

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¿Los amigos van evolucionando, al igual que lo hace nuestro camino vital?

Claro, el problema viene cuando la evolución de mi amiga y la mía no están en sintonía, o cuando se alejan mucho la una de la otra. A menudo nos olvidamos de que si el otro está cambiando, nosotras también lo estamos haciendo. Evolucionamos todos, a veces en direcciones o velocidades distintas.

¿Y cómo afrontar la relación con esos amigos que van y vienen, pero que, al final, siempre están?

Dando importancia al último tramo de la frase: siempre están. Si es cierto y cuando los necesitas para bien o para mal, siempre acuden, ¿a qué crees que debes darle más importancia? Ahí lo dejo.