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Seamos sinceras. Hay días que no nos soportamos. Que nos damos cuenta de que saltamos a la mínima, que todo nos irrita, que nada nos sienta bien y parece que estemos enemistadas con el mundo entero. Nuestro malhumor se apodera de nosotras y lo vemos todo negro. Incluso podemos tener ataques de ira y pagar nuestro mal genio con cualquier persona que se nos ponga por delante. Si esto te pasa solo de vez en cuando, no te preocupes. Todas tenemos malos días. Pero si este temperamento es permanente, puede convertirse en un problema.
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¿Qué es exactamente el malhumor?
El malhumor es una emoción, un estado de ánimo en la que todo se percibe de forma negativa. Puede aparecer si hemos dormido mal, si hemos recibido una noticia que nos causa enfado o frustración o si sentimos que 'nos ha mirado' un tuerto porque desde que amanecemos hasta que terminamos el día todo nos sale mal. Pero hay personas que viven en este estado de forma permanente.
"El malhumor se trata de una emoción mezcla de otras. Ira, frustración, irritabilidad... Puede aparecer de forma espontánea en distintos momentos, por las mañanas, por ejemplo, o formar parte de casi una forma de ser. Aquí hablaríamos de hostilidad, cuando a través de pensamientos echamos leña a esa hoguera de nuestro mal humor, sin dejar que nunca se apague", nos explica el psicólogo José Martín del Pliego.
El malhumor es una condición emocional poco adaptativa, es decir, no se obtiene nada de él. "Un enfado intenso de un cuarto de hora tiene un impacto negativo de cinco horas en unas proteínas que se encargan de equilibrar nuestro sistema inmunológico. Imagina lo que puede hacer un estado diario o crónico de malhumor en la salud", advierte el especialista.
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¿Cuáles son sus causas?
Como decíamos, este estado de ánimo puede aparecer tras una noche de insomnio. Y es que el sueño o la falta de este influye mucho en nuestra forma de encarar el día. "La falta de sueño reparador es causa del malhumor. Si el cerebro no dispone de la oportunidad de reponerse, no es capaz de afrontar las exigencias externas y aparece una emoción defensiva como es la ira", señala el experto en psicología.
El psicólogo enumera otras posibles causas de malhumor. Por ejemplo, los bajos niveles de serotonina, un neurotransmisor básico para el buen funcionamiento del cerebro, pueden provocar una sintomatología depresiva, pero también pueden ser la causa del mal carácter de algunas personas." El estrés, mucho desgaste o hacernos mayores, pueden favorecer la aparición de esta emoción, al bajar la serotonina", añade.
Podríamos hablar también de un estilo de personalidad más malhumorado, porque en nuestra historia tengamos un esquema más negativo de la vida, de tal manera que vemos el entorno de forma más hostil y estemos preparados para defendernos.
Otra razón puede ser la dificultad de gestionar de forma adecuada las situaciones vitales a los que nos enfrentamos. De tal manera que vamos acumulando a lo largo de los años y ese malhumor se convierte en una manera de liberar esa tensión.
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Consecuencias de tener malhumor
El malhumorado se siente emocionalmente activado y con más necesidad de contestar o protestar para tratar de aliviar esta tensión interna, que muchas veces no sabe de dónde viene. Como herramienta de control y para evitar enfrentamiento pueden tender al aislamiento social. También en muchos casos hay bajo estado de ánimo y tendencia a la rumiación de pensamientos.
El entorno evita al malhumorado, porque resultan muy incómodos, se interacciona muy mal con ellos y es fácil que den lugar a situaciones tensas que dependiendo de la forma de ser de cada uno puede afectarles en gran medida, haciendo grandes esfuerzos para no provocarles tratando de evitarles siempre que puede.
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Consejos para manejar bien tu malhumor
La persona con mal genio no es feliz, y no tiene una percepción plena de bien estar, porque la emoción que hay debajo mantiene mucha energía que no es capaz de manejar aunque lo intenten. Por ello, el psicólogo José Martín del Pliego nos da unos consejos para controlar mejor este temperamento.
- Trata de descansar y tomate muy en serio lo de dormir lo suficiente.
- Haz actividad física que es una forma natural de descargar la emoción negativa. Esto y descansar aumentarán esa serotonina implicada también en el malhumor.
- Trata de meter estímulos nuevos en tu vida. El cerebro necesita cambios, ir a lugares distintos, conocer a gente nueva, aprender cosas… De esa manera nuestra mente va a funcionar mejor.
- A veces también el malhumor tiene que ver con el hambre, y no a todo el mundo le resulta fácil leer las señales internas que le da su cuerpo. Confundir hambre y enfado es más habitual de lo que parece.
- Párate a darte cuenta si la intensidad de tu mal estar en proporcional con aquello que lo causa o si realmente hay algo que lo cause. Mira el tiempo que te sientes mal, y trata de averiguar si se trata de algo más profundo, como por ejemplo que no te gusta el tipo de vida que llevas, o tu trabajo, o si hay debajo problemas emocionales con personas de tu entorno.
- Si aun así tu malhumor persiste, busca ayuda con un terapeuta que trabaje técnicas de liberación y procesamiento emocional. Tal vez ese estado tenga que ver con emociones antiguas que tengas grabadas y que se activan con frecuencia, por eso no sabes muy bien que es lo que te mantiene enfadado o que respondas de forma muy desproporcionada a las cosas que te pasan.
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