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Con la llegada del calor, habrás notado que acabas con el cuerpo más hinchado de lo normal. Los tobillos, las manos se hinchan e, incluso, el vientre puede estar más distendido. ¿Es debido a la retención de líquidos? No siempre es así, afirma Laura Pérez Naharro, nutricionista de Neolife. Y nos explica que, si bien es cierto que las altas temperaturas, como las que estamos experimentando estos días, puede producir una dilatación de los vasos sanguíneos y una circulación de la sangre más lenta, hay otras causas que pueden provocar la hinchazón durante el día, pero, sobre todo, al final de este.
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No has bebido lo suficiente
La experta nos recuerda que durante la época estival se produce una pérdida mayor de líquidos, que debe reponerse a través del consumo de agua, fundamentalmente. Podemos pensar que estamos bebiendo, pero no siempre es lo suficiente y no el tipo que bebida que necesitamos. La nutricionista aclara que deberíamos beber dos litros de agua, pero no de refrescos ni otras bebidas azucaradas. Tampoco nos aportan esos líquidos que necesitamos las bebidas alcohólicas. De hecho, no contribuyen al balance de los electrolitos, sino todo lo contrario, deshidratan.
Te has pasado con la sal
Otra de las causas que pueden hacer que nos hinchemos más de lo debido y que lo notemos al pasar el día es el consumo de sal. Cuando tomamos un exceso de sal, se retiene más líquido entre las células y, literalmente, los tejidos se hinchan. Por ello, hay que estar muy atenta a la cantidad que tomas. En verano, además, se suele salir más a comer fuera del hogar, lo que puede hacer que tomemos más sal sin darnos cuenta.
Has comido demasiado
En verano nos decantamos por alimentos más ligeros porque el cuerpo así nos lo pide. Pero si comemos más de la cuenta podemos sufrir una indigestión o una digestión más pesada que hará que nos sintamos más hinchadas. Para evitarlo, es importante no comer en exceso, optar por alimentos de temporada y cocinados al vapor, a la plancha, hervidos, al horno o frescos. Y, sobre todo, masticar bien la comida. Cuando engullimos casi sin triturarla, obligamos a nuestro aparato digestivo a que trabaje más de lo debido.
Puede que tengas alguna intolerancia
Sufrir una intolerancia, por ejemplo, a la lactosa o a la fructosa, puede alterar la microbiota y este desequilibrio puede hacer que sufras más distensión abdominal. De hecho, la sensación de hinchazón, que veces puede ser subjetiva, pero que la mayor parte de las veces es objetiva y puede evidenciarse como una tripa similar a un embarazo, es uno de los síntomas que pueden hacerte sospechar de que sufres una intolerancia alimentaria.
Te has movido menos
Si no estás ya de vacaciones, las altas temperaturas pueden hacer que hagas menos ejercicio. Esto puede afectar al tránsito intestinal, que necesita movimiento para funcionar correctamente. El estreñimiento también provoca hinchazón. Por lo que, siempre respetando los consejos de los especialistas, en cuanto a no hacer ejercicio en las horas de más calor y utilizar protector solar, tienes que intentar hacer deporte para que tu organismo funcione bien.
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Consejos para evitar hincharnos tanto
- Mantenernos hidratados de forma constante, bebiendo agua en pequeños sorbos durante todo el día y de forma frecuente a una temperatura de 24-25º. Grandes cantidades de agua fría no hidratan. Mejor poco a poco y en las condiciones anteriores.
- Evitar el exceso de cafeína, bebidas azucaradas y alcohol.
- Reducir el aporte de sodio, teniendo en cuenta todos los alimentos que alto contenido en sal.
- Aumentar el aporte de potasio, o lo que es lo mismo, variedad de frutas (albaricoques, plátano, melón, nectarinas, naranja, ciruelas, uvas), verduras (alcachofas, remolacha, brócoli, tomate, espinacas, calabaza, calabacín) y alimentos de origen vegetal (lentejas, patata, frutos secos y semillas).
- Si solemos retener más líquidos, podemos recurrir a algunos suplementos a base de plantas medicinales que nos ayudarán a deshincharnos. Según explica el Doctor Alfonso Galán, médico especialista en medicina antienvejecimiento, hay fórmulas que ayudan a que nuestro riñón funcione mejor para eliminar el exceso de agua. Además, también pueden ayudar a depurar el hígado. Debemos buscar en los componentes las siguientes plantas: cola de caballo, ortosifón, diente de león, ortiga y abedul.
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