¿Por qué es tan malo chupar las cabezas de las gambas?

Los nutricionistas lo advierten y la población debería seguir el consejo: chupar las cabezas de gambas, aunque sea una costumbre deliciosa no es nada saludable

Por Nuria Safont

Seguro que a estas alturas ya te habrán reenviado la noticia: chupar las cabezas de gambas es malo. Y ya tienes la excusa perfecta para pedirle (o suplicarle) a ese miembro de la familia que deje de hacer tanto ruido en la mesa de Navidad y conserve sus modales. Y si quieres darle más argumentos para que deje de hacer algo que, hasta hace poco, se consideraba un vicio seguro y saludable, explícale esto: en la cabeza de los mariscos hay colesterol y cadmio, un metal pesado que contamina los mares y se acumula en las vísceras de las cabezas de los crustáceos. Además, a la mayoría de los mariscos, también los congelados, para prolongar su vida y mantenerlos más frescos se les añaden sulfitos y éstos se concentran en las cabezas.

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"En realidad, en las cabezas de estos crustáceos se almacenan unas cuatro veces más de cadmio que el resto del cuerpo", añade el dietista y nutricionista Ramón de Cangas, doctor en Biología Funcional y Molecular. "Por comerse la carne de la cabeza un día no pasa nada, pero si se hace habitualmente sí se pueden producir problemas", aclara el especialista que explica que el exceso de cadmio puede incrementar el riesgo de padecer problemas óseos y renales. Por esto cobra mayor sentido el consejo que dio la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) en 2011 y que en los últimos días se ha viralizado. "Esta advertencia, además, es extensible a toda la población", indica. 

Ramón de Cangas recuerda que no solo las gambas son las culpables. "Los langostinos, cigalas y la carne oscura del cuerpo de crustáceos como los cangrejos también acumulan más cadmio". Ocurre lo mismo con el pescado azul grande como el atún  azul como el atún. Por ello, el especialista en nutrición nos aconseja reducir su consumo en Navidad y el resto del año. 

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Comer marisco en exceso también puede provocar gota 

Por si fuera poco, pasarte con el marisco también aumenta el riesgo de gota, un trastorno que, según los el Colexio de Podólogos de Galicia, aumenta en Navidad. La gota es una enfermedad provocada por el depósito de ácido úrico, una sustancia presente en la sangre, concretamente en el interior de las articulaciones, donde se va formando un depósito de pequeños 'cristales' . Su acumulación provoca durante el ataque agudo, dolor, enrojecimiento y aumento de temperatura de la articulación, volviéndose muy sensible al tacto.

La mayoría de las veces afecta al dedo gordo del pie, aunque puede perjudicar a otras articulaciones como el tobillo, rodilla o mano, e incluso a los tendones y bolsas que las rodean. La gota es más frecuente en hombres, en personas que sufren sobrepeso y obesidad, en pacientes medicados con diuréticos y ciclosporina, personas que han estado expuestas al plomo y aquellas que siguen una dieta rica en alimentos con purinas (carnes, vísceras, sesos, marisco o algunos pescados azules).

También se produce por los excesos de mariscos, grasas y alcohol. De ahí que los ataques sean más típicos en Navidad. En este sentido, el Colexio recuerda la importancia de mantener un control, puesto que si los episodios de gota se repiten en el tiempo, aumenta el riesgo de daños colaterales como daños renales o afectar al corazón y al cerebro. 

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Una propuesta saludable y sin riesgos 

Para terminar, seguimos los consejos del Colegio de Dietistas y Nutricionistas de Valencia (CODiNuCoVa) para lograr unas fiestas más saludables. Sus expertos han recopilado algunos platos que pueden incorporarse a los menús de comidas o cenas navideñas en esta época del año:

Aperitivos/ Picoteo:

  • Crudités de zanahoria, pepino o apio acompañados de hummus o guacamole
  • Dátiles con crema de queso y almendras
  • Minibrochetas de verduras y queso freso
  • Chips de patata y boniato con especias
  • Ensalada templada de espinacas crudas con champiñones, berenjena asada y tomates secos
  • Marisco fresco

Plato principal:

  • Palitos de falafel con salsa de yogur
  • Crema de calabacín con picatostes, huevo duro o garbanzos al horno
  • Puré de calabaza con tempeh salteado con reducción de salsa de soja
  • Pollo o pavo al horno con cebolla y manzana asada
  • Solomillo de cerdo con salsa casera de zanahoria, cebolla y ciruelas pasas

Postre

  • Brochetas de frutas con chocolate puro (70% cacao)
  • Bombones de zanahoria, avellanas y avena
  • Pudding de manzana, avena y pasas
  • Bizcocho de calabaza, almendra y canela

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