Disciplinas 'fitness' para un abdomen tonificado

Hacer abdominales es fácil, pero también muy aburrido. Descubre otras opciones para tonificar tu vientre y conseguir un abdomen firme.

Por Cristina Soria

Es muy aburrido pensar en tonificar el abdomen tan solo realizando los clásicos abdominales. Pero el gimnasio nos ofrece otras alternativas en las que podemos diversificar nuestro esfuerzo físco para conseguir un vientre plano y hacerlo de forma variada, original y divertida.

Pilates y yoga

Un estudio de la Universidad de Auburn (Estados Unidos) siguió el entrenamiento de 30 voluntarios para determinar qué ejercicios eran los más efectivos para tonificar el abdomen, y se descubrió que los dos principales eran posturas de pilates: la icónica Navasana o postura del barco. Ambos intervienen en la musculatura profunda del abdomen, tórax y suelo pélvico.

Solo con la práctica de pilates o yoga puedes fortalecer el abdomen, aunque es muy recomendable que lo combines con otros ejercicios. En el caso concreto del yoga se trabajan todos los músculos del abdomen: oblicuos externos, internos, transverso y recto. Con ello puedes sustituir las series de abdominales tradicionales.

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Zumba

Los sencillos pasos de baile del zumba se complementan con movimientos propios del fitness que utilizan el propio peso corporal para conseguir un entrenamiento funcional. Son divertidos, pero a la vez que tonificas el cuerpo, quemas calorías y realizas un entrenamiento de cardio.

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Para conseguir mejores abdominales es recomendable el Strong Zumba que es un entrenamiento HIIT (de alta intensidad por intervalos). Funciona alternando ejercicios intensos en periodos cortos y recuperaciones breves. Así estás quemando calorías y acelerando tu metabolismo incluso una vez finalizado el entrenamiento.

'Antigravity'

Este tipo de yoga aéreo mezcla ejercicios del baile y pilates y se realiza sobre una sábana a treinta metros de altura. En esta disciplina es muy importante tu nivel de concentración y mantener una correcta postura para mantener el equilibrio. Por eso, el trabajo cardiovascular que hacemos no es mucho y, sin embargo, sí estaremos potenciando la flexibilidad de los músculos, en concreto los del tronco.

Al estar suspendidos en el aire desplazamos nuestro punto de apoyo del suelo, y de una forma natural, nuestro cuerpo busca el equilibrio compensando nuestra estabilidad con la tripa. Desde el momento en el que subimos a la tela, el abdomen es la zona en la que reposa nuestra estabilidad, y por tanto sentimos instintivamente que contraer sus músculos es la forma de estabilizarnos para mantener el equilibrio.

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'Spinning'

Aunque el spinning se centra en la zona posterior de nuestro cuerpo, que se tonifica y fortifica con el pedaleo, también existen métodos para trabajar la zona abdominal o el core, aunque sea de forma secundaria. No es común que se enfoque el spinning en el abdomen porque debemos ser muy cuidadosos en cómo se orientan esos ejercicios, dado que una forma errónea nos podría conducir a dolores de espalda y posturales. Estas lesiones serían a medio-largo plazo, y además estarían disminuyendo nuestro rendimiento.

Para minimizar la posibilidad de lesión debes tener cuidado en modificar la altura del asiento. No te sientes y empieces la clase sin dedicar unos minutos a comprobar su posición, porque depende de ello que tu cuerpo esté bien posicionado. El sillín debe estar alineado a la altura de tu cadera (cuando estás de pie). También es importante que el manillar no esté ni demasiado alto ni demasiado bajo. Un truco suele ser alinearlo al mismo nivel que el sillín y subirlo un poquito.

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