Cinco señales de que tienes que ponerte en forma desde hoy mismo

Por hola.com

Te cansas demasiado subiendo las escaleras, te cuesta concentrarte y prefieres quedarte en el sofá antes que salir a dar un paseo. ¿Te has preguntado por qué te pasa eso? La respuesta puede estar en tu forma física. Solemos asociar -de manera errónea- una buena condición física con mantener la báscula a raya, pero lo cierto es que el término va más allá. Practicar deporte de manera regular nos ayuda a prevenir enfermedades, a tener más energía e, incluso, a mejorar la capacidad de concentración. Toma nota de estas cinco señales que indican que necesitas ponerte en forma desde hoy mismo.

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  • Tu frecuencia cardiaca en reposo es más alta de lo normal. Aunque cuando estamos haciendo ejercicio es saludable que las pulsaciones aumenten -siempre dentro de unos límites- hay que saber controlarlo cuando nos encontramos en reposo. Los expertos aseguran que un ritmo cardiaco bajo estando en reposo es sinónimo de un corazón y un estado físico saludable. La frecuencia cardiaca de una persona en reposo debería estar entre 60 y 100 pulsaciones por minuto, en este sentido, el ejercicio físico es el mejor aliado para tener un ritmo cardiaco adecuado y evitar problemas de salud. Lee: Aprende a controlar tus pulsaciones
  • A menudo estás cansada. El error cuando nos sentimos cansados es pensar que el ejercicio físico hará que nos sientamos aún más cansadaos, pero nada más lejos de la realidad. Hacer ejercicio de manera regular hará que tu cuerpo se llene de energía y aguante mejor la rutina del día a día. No es cuestión de pasarte horas y horas entrenando, con 30 minutos diarios de ejercicio notarás que tus niveles de energía aumentan. Además, reducirás el estrés y te sentirás más motivada. Lee: Cinco entrenamientos para ponerte en forma en 20 minutos
  • Tienes cambios de humor con frecuencia. Practicar deporte tiene un efecto muy positivo en la salud mental; ya que produce la liberación de endorfinas -también conocidas como hormonas de la felicidad-, que ayudan a la reducción del estrés, la depresión y la ansiedad. Marcarte una rutina de entrenamiento te ayudará a desconectar y a sentirte mejor contigo misma. Lee: Resiliencia, el secreto de las personas felices
  • Te desconcentras con facilidad. ¿Cuántas veces has escuchado eso de ‘Mens sana in corpore sano’? Y es que nuestro sistema nervioso trabaja mano a mano con los músculos. Cuando hacemos deporte, los músculos nos piden más oxígeno, por eso nuestra capacidad cardiorrespiratoria mejora. Esto facilita, además, que las células estén mejor comunicadas entre sí, haciendo que mejore la concentración. Si llevas una vida sedentaria y cada vez te cuesta más concentrarte y acabar tus tareas, prueba a hacer ejercicio dos días a la semana, ¡verás cómo los resultados no tardan en aparecer!
  • Puede que tu entrenamiento no esté siendo eficaz. Sí, es posible ir al gimnasio y no ver progresos o, incluso, correr el riesgo de lesionarnos por no hacerlo bien. Esto puede deberse a que los músculos están sobreentrenados. De la misma manera que el ejercicio físico es vital para estar en buena forma, el cuerpo necesita un descanso para poder recuperarse. Otro de los factores que pueden sabotear tus entrenamientos e impedirte conseguir una buena condición física es no variar las rutinas. Cuando se repite siempre el mismo ejercicio, los músculos se acostumbran y no encuentran una razón para cambiar. Lee: Los 7 errores que cometes en el gimnasio (y que te impiden tonificar)