La luz, su mayor exigencia
Es, sin duda, el requisito más importante a la hora de cultivar en casa el ‘collar de corazones’. Necesita mucha luminosidad para crecer y desarrollarse adecuadamente, ya que si no recibe la suficiente luz las hojas van perdiendo color.
En cualquier caso, tampoco debes colocarla cerca de una ventana donde le lleguen los rayos directos del sol, porque podrían quemarse sus hojas. Procura que tenga mucha luz, pero indirecta.
La ceropegia es una planta que tolera muy bien el calor y las altas temperaturas, aunque no le ocurre lo mismo con el frío. Ella es feliz en entornos cálidos, con una temperatura entre 16 y 21 ºC, y empieza a pasarlo mal cuando el termómetro desciende de 12ºC.
Por otro lado, le gusta la humedad ambiental y, aunque no conviene pulverizar sus hojas para evitar la aparición de hongos, sí agradecerá que pongas un recipiente con agua cerca de su maceta.
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