De fácil instalación
Las griferías empotradas llevan el mecanismo escondido en la pared dejando solo a la vista el caño y los mandos. Parecen muy complejas a la hora de la instalación, aunque en realidad no lo es tanto, puesto que la forma en que el grifo se conecta a la tubería es igual que la de los modelos convencionales, aunque vaya oculta en el interior del muro.
El mayor inconveniente es que para instalar una grifería mural hay que cambiar el revestimiento. Por eso son perfectas para nuevas instalaciones o reformas integrales. No obstante, la instalación debe realizarla un profesional. A la hora de fijar el punto en el que se va a instalar el grifo de lavabo hay que tener en cuenta ciertos aspectos:
- Altura:
Es recomendable colocar el grifo a una distancia de entre 15 y 20 cm desde el lavabo (12 cm como mínimo) para tener suficiente espacio de uso. Sin embargo, cuanto más alto esté mayor riesgo de salpicaduras existirá.
- Longitud del caño:
El agua del grifo ha de caer un poco más atrás del centro del lavabo (o en el mismo centro como máximo).
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