Ir al contenido principalIr al cierre de página
Vinagreta para ensaladas© Adobe Stock

Más allá de la vinagreta clásica: ideas de aliños caseros para llevar tus ensaladas a otro nivel

Un mal aderezo puede arruinar hasta la ensalada más gourmet, mientras que una ensalada del montón puede subir muchísimos ‘enteros’ gracias a un buen aliño. Os contamos cómo conseguirlo.


6 de junio de 2025 - 11:33 CEST

Verduras, frutas, aves, conservas de pescado, quesos, frutos secos, semillas… son muy pocos los ingredientes que una ensalada no puede aceptar. Será la combinación adecuada de productos, sumada a la calidad de los mismos, la que nos ofrezca un buen resultado. Ahora bien, si el aliño con el que aderezamos la receta cojea… no habrá forma de conseguir un plato realmente bueno.

Distintos aderezos para ensaladas© Adobe Stock
Distintos aderezos para ensaladas

En este sentido, hay un clásico que funciona en la mayor parte de los casos los casos: la tradicional vinagreta (3 partes de aceite, 1 de vinagre y sal al gusto). Pero no debemos olvidar que hay vida más allá de esta fórmula. Así que, ¿por qué quedarnos siempre con dicha combinación? Lo que proponemos es que des un twist un poco diferente a tus ensaladas habituales, aderezándolas con vinagretas caseras distintas. Para ello encontramos distintas opciones.

Vinagres aromatizados© Adobe Stock
Vinagres aromatizados

OPCIÓN 1: AROMATIZAR EL VINAGRE

Una alternativa puede ser que uno de los ingredientes de la vinagreta clásica, en este caso el vinagre, haya sido aromatizado previamente. He aquí algunas ideas, a modo de ejemplo:

-Vinagre de orégano: 1 litro de vinagre, 1 cebolleta o cebolla cortada en pluma, 1 cucharada sopera de semillas de cilantro, 1 rama de orégano fresco y 1 guindilla.

-Vinagre de tomillo: 1 rama de tomillo fresco, 2 o 3 dientes de ajo y 1 litro de vinagre de vino blanco.

-Vinagre de romero: Medio litro de vinagre de sidra, 2 o 3 dientes de ajo y una ramita de romero.

-Vinagre de estragón: Medio litro de vinagre de vino blanco, 2 ramitas de estragón fresco y 1 trozo de corteza de limón partida en tiras.

Importante: Además de apostar por vinagres de calidad, es recomendable guardarlos en botellas de vidrio, que se conservarán en lugares secos y lejos de fuentes de luz y calor y dejar reposar 3 o 4 días. 

Aromatizar aceites© Adobe Stock
Aceites aromatizados

OPCIÓN 2: AROMATIZAR EL ACEITE

Otra de las opciones es aromatizar los aceites. Las posibilidades son numerosas; aquí algunas sugerencias:

-Aceite de limón: Pelar un limón y cortar en tiras finas la parte coloreada. Escaldar durante un minuto en agua hirviendo, escurrir, secar bien y meter en un botella de vidrio previamente esterilizada y seca con una guindilla partida por la mitad. Rellenar con aceite de oliva y reservar 48 horas al abrigo de la luz. Colar y pasar a otra botella esterilizada.

-Aceite de romero: Lavar y secar 10 ramas de romero e introducirlas en una botella esterilizada y seca. Rellenar con aceite de oliva y reservar durante un mes al abrigo de la luz antes de utilizarlo.

-Aceite de tomillo y ajo:  Lavar y secar 8 ramitas de tomillo. Pelar 3 dientes de ajo, retirar el germen e introducir en la botella esterilizada y seca con 4 chalotas peladas y el tomillo. Rellenar con aceite de oliva y reservar un mes al abrigo de la luz antes de utilizarlo.

Salsas para ensaladas© Adobe Stock

OPCIÓN 3: ACEITE + VINAGRE + DISTINTOS INGREDIENTES

La otra opción más común a la hora de preparar distintas vinagretas es, a los ingredientes básicos -aceite y/o vinagre- sumarle los elementos que más te gusten. Así, puedes optar, por ejemplo, por:

-Especias y hierbas aromáticas: aquí la intensidad de sabor la eliges tú: desde añadir simplemente un poco de perejil a una vinagreta clásica, hasta apostar por opciones que incluyen más de una hierba aromática, como esta vinagreta de albahaca y romero.

-Cítricos: naranja, limón, lima… los cítricos resultan magníficos aliados a la hora de preparar vinagretas para ensaladas (ya sean como sustituto del vinagre o como un elemento más). Prueba, por ejemplo, con esta de vinagreta de limón y ajo, ideal para prácticamente cualquier ensalada templada.

-Salsas: también es común añadir a las vinagretas clásicas algunas salsas como la mostaza, la salsa de soja... Si no lo has probado nunca, verás que con poca cantidad, el ‘punch’ de sabor que aportan es extraordinario.

-Miel y yogur, también en la ensalada. Otras dos opciones muy interesantes a la hora de hacer vinagretas caseras son la miel o el yogur natural. La primera aporta un rico contrapunto dulce, mientras que el yogur será perfecto para quienes prefieren notas más ácidas.

-Frutas frescas: otro contrapunto perfecto para las vinagretas es el dulzor de algunas frutas frescas. La vinagretas de fresas, por ejemplo, resultan deliciosas. Puedes también dar un aire tropical a tu ensalada aderezándola, por ejemplo, con una vinagreta de mango

-Frutos secos: unos frutos secos picaditos (pistachos, nueces, avellas…) darán a nuestras vinagretas no solo un sabor delicioso si no que, además, aportarán una textura crunchy muy agradable.

-Un toque picante: elementos como las guindillas, cayenas, jalapeños… pueden subir también la intensidad y potencia de tus vinagretas en cuestión se segundos. Esta vinagreta de menta de jalapeños es buen ejemplo de ello. 

ensalada y distintos aliños© Adobe Stock

TIPS PARA UN ALIÑO PERFECTO

Más allá de los ingredientes en sí que conforman nuestro aliño, es importante también tener en cuenta algunos pautas a seguir:

-Si en lugar de hacer primero la vinagreta clásica, aliñamos la ensalada con los ingredientes por separado, es importante seguir el orden canónico: sal, vinagre y aceite.  Si añadimos éste último al principio, la película que forma evitará que la sal y el vinagre penetren bien en los ingredientes. 

-Es aconsejable, en general, aliñar en el último momento para que los ingredientes de la ensalada no pierdan su textura. No obstante, es cierto que algunas ensaladas de legumbres, patata, pasta o arroz pueden beneficiarse de reposar con el aliño para absorber sabor -siempre que nos lleven otros alimentos susceptibles de perder su textura-.

-También es importante secar bien las hojas recién lavadas (si la ensalada lleva lechuga o verduras del estilo) para eliminar todo rastro de humedad y que así el aliño no se ‘diluya’ con el agua sobrante. 

-Preparar el aderezo en un vaso mezclador con tapa para agitarlo con comodidad. 

-Para ligar mejor la vinagreta, es aconsejable incluir en la receta una emulsión, ya sea miel, mostaza, alioli o mahonesa. Con ello no solo se favorece la textura de la mezcla, también se aporta un toque de sabor extra. Basta con una cucharada de emulsionante por cada dos de vinagre.

-Una gran idea para rematar las ensaladas es terminar con un toque crunchy que aporte textura. Desde chips (de plátano, coco, boniato, manzana, berenjena, yuca, remolacha…) hasta frutas deshidratadas (piña, mango, fresas...), hasta unos frutos secos troceaditos, incluso unas cortezas de cerdo o unos nachos, también desmenuzaditos.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.