Crujiente por fuera, jugosa por dentro y con todo el sabor del Mediterráneo. Así es esta deliciosa coca de berenjena con pesto y tomate, una receta sencilla pero resultona, perfecta para disfrutar en cualquier comida veraniega. La base, similar a la de una focaccia o una pizza rústica, se cubre con rodajas de berenjena asada, tomates de temporada y una generosa cucharada de pesto casero, que le da ese toque aromático tan especial.
Puedes prepararla como entrante, para compartir en una cena informal o incluso como plato principal acompañada de una ensalada fresca. Además, es una excelente opción vegetariana que aprovecha productos de temporada.
¿Quieres un truco extra? Añade unas lascas de parmesano o un poco de ricotta justo antes de servir para llevarla a otro nivel.
Truco: un pesto más suave (y apto para todos los gustos)
Si el sabor del ajo en el pesto te resulta muy fuerte, prueba a escaldarlo antes unos segundos o a sustituirlo por un toque de ralladura de limón. También puedes usar nueces en lugar de piñones si buscas una versión más económica.
Truco: cómo conseguir una base crujiente y dorada
Para lograr una masa crujiente por abajo, precalienta la bandeja del horno antes de colocar la coca sobre ella. El contraste con el calor hará que se cocine mejor desde la base, evitando que quede blanda.
Truco: dale un toque gourmet al final
Una vez fuera del horno, puedes añadir ingredientes en crudo que aporten textura y sabor: ricotta fresca, lascas de parmesano, albahaca recién picada o incluso unas gotas de aceite de trufa blanca.
Truco: versión para los más pequeños
¿A tus hijos no les entusiasma la berenjena? Asa las rodajas con un poco de miel y una pizca de canela para suavizar su sabor. También puedes mezclar el pesto con un poco de queso crema para hacerlo más suave y cremoso.