Este postre, tan arraigado en nuestra gastronomía, es un perfecto desayuno si lo acompañas de fruta fresca y nueces o cualquier otro tipo de semillas. Además, si las quieres en versión salada (sí, todo es posible), deja los frutos secos, pero cambia la miel por una mezcla de hierbas aromáticas y la fruta por unos tomates a la parrilla y unos champiñones.
Ingredientes
- 2 unidades de huevos medianos
- 15 mililitros de leche
- 1 cucharadita de miel
- 2 rebanadas de pan blanco gruesas del día anterior
- 50 gramos de nueces
- 1 cucharadita de aceite de oliva
- 10 gramos de mantequilla
- fresas
- arándanos
- frambuesas
Preparación
- Mezclamos los huevos, la leche y la miel en un plato hondo. Añadimos las rebanadas de pan y las remojamos hasta que la mayor parte de la mezcla de huevo haya sido absorbida.
- Espolvoreamos las nueces sobre cada lado de la rebanada y presionamos.
- Calentamos el aceite y la mantequilla en una sartén grande y freímos el pan suavemente, durante un par de minutos por cada lado hasta que estén bien doradas.
- Cortamos cada una de ellas por la mitad, servimos con miel, nueces y frutos secos. Además, podemos acompañarlas de fresas, arándanos y frambuesas a un lado o sobre ellas.
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