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¡HOLA! COCINA
Quizás, el ingrediente más complicado de esta receta, sea el tiempo. Pero con un poco de paciencia y algo de práctica, puedes conseguir resultados asombrosos siguiendo al pie de la letra (eso sí) nuestro paso a paso para disfrutar del rey de la bollería hecho en casa.
- 500 g de Harina de fuerza
- 70 g de Azúcar blanca blanco
- 15 g de Sal
- 25 g de Levadura fresca
- 150 ml de Leche
- 250 g de Mantequilla
- 1 unidad de Huevos (opcional)
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1.
Dividimos la mantequilla en dos partes, con 50 g por un lado y 200 g por otro. Esta ha de estar muy fría durante todo el proceso. Colocamos en un bol los 50 g de mantequilla junto a todos los demás ingredientes, salvo el huevo (que siempre es opcional y se utilizará para pintar, si se quiere, nuestros 'croissants'). Lo mejor es que primero sean la harina, el azúcar y la leche. Después, todos los demás. Los trabajaremos con las manos durante unos 15 minutos, pasando a una superficie de amasado fresca, plana y fría en cuanto veamos que se han integrado. Si lo hacemos con una amasadora, que la velocidad de media y uniforme durante unos 8 minutos.
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2.
Volvemos con toda la masa a nuestro bol, formando una bola de masa y dejando que repose durante toda una noche cubierta con papel transparente. Es muy importante que la temperatura ambiente sea, como mucho, de unos 5 ºC.
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3.
Transcurrido este tiempo, y habiendo visto cómo nuestra masa ha leudado, la presionamos ligeramente para extraer el posible exceso de gas carbónico, extiéndola después en una superficie lisa con la ayuda de un rodillo, pero sin apretarla demasiado.
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4.
En este momento, sacamos nuestra mantequilla del frigorífico (ha de estar muy fría), y la extendemos sobre la masa rectangular de tal forma que pueda ser envuelta por la lámina de masa, cerrándola como si de un paquete se tratase.
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5.
Hacemos tres pliegues sencillos, pero, entre cada uno de ellos, vamos a dejar reposar la masa con la mantequilla 1 hora. Es decir, tres horas en total.
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6.
A continuación, estiramos la masa dándole un grosor de unos 8-10 mm y cortamos en triángulos, intentando hacerlo siempre sobre una bandeja de horno previamente congelada.
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7.
Enrollamos cada uno de nuestros 'croissants' y los colocamos en una bandeja de horno previamente forrada de papel vegetal, dejando que fermenten otras dos-tres horas. Lo mejor es que coloquemos la bandeja dentro del horno apagado para ello.
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8.
Cuando veamos que han vuelto a crecer, doblando incluso su tamaño, horneamos unos 20 minutos a unos 160-180 ºC.
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