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20 PORCIONES
Huesos de santo rellenos de fresa
Huesos de santo rellenos de fresa
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¡HOLA! COCINA
Los huesos de santo forman parte de la repostería española más tradicional. Se toman coincidiendo con la festividad de 'Todos los santos', junto a otros dulces como los buñuelos de viento o los 'panellets', y consisten en una masa de mazapán que se rellena con yema, chocolate, café... o fresa, como en esta receta.
Para la masa de los huesos
- 200 g de Almendra molida
- 200 g de Azúcar blanca
- 200 ml de Agua
- 150 g de Azúcar glas
- 4 cs de Agua
Para el relleno de fresa
- 150 g de Mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 2 cs de Mermelada de fresa
- 25 g de Azúcar glas
- 1 pizca de Colorante rojo
PARA LA MASA
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1.
Comenzamos haciendo un almíbar y para ello echamos 200 gramos de azúcar y 200 mililitros de agua en un cazo, lo ponemos a fuego medio-alto y lo llevamos a ebullición.
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2.
Una vez que hierva durante un minuto, retiramos del fuego.
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3.
En un bol echamos la almendra molida y le vamos incorporando poco a poco un tercio del almíbar, removiendo al mismo tiempo con una cuchara de madera.
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4.
Seguimos incorporando en pequeñas cantidades el almíbar y vamos viendo cómo se forma una pasta de consistencia manejable.
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5.
Hacemos una bola y la dejamos reposar y enfriar durante unas 2 horas.
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6.
Pasado ese tiempo, espolvoreamos azúcar glas en la mesa y extendemos el mazapán con el rodillo hasta que tenga un grosor de entre 2 a 3 milímetros.
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7.
Usamos el mango cilíndrico de una cuchara de madera para enrollar la masa y hacer los clásicos tubitos de los huesos de santo, que iremos colocando en una bandeja de horno.
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8.
Dejamos secar la masa de esta manera unas 4 horas como mínimo.
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1.
En un bol ponemos la mantequilla en pomada y el azúcar glas, batimos hasta que la mezcla quede homogénea y le añadimos la mermelada tamizada y el colorante.
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2.
Batimos hasta que estén todos los ingredientes integrados y dejamos reposar en la nevera durante 1 hora.
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1.
Metemos la crema de fresa en una manga y rellenamos los tubitos.
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2.
Preparamos con el azúcar glas y el agua una glasa.
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3.
Vamos metiendo los huesos en ella, dándoles la vuelta para que se bañen bien y dejamos escurrir en una rejilla hasta que se sequen.
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