No cometas estos errores cuando tomes vino

Toma nota de estos consejos que te harán parecer una experta en vinos.

Por Cristina Soria

No hay ninguna duda de que beber vino es un placer aunque, a veces, resulta un poco complicado de disfrutar, sobre todo si no se conocen esos pequeños detalles, casi rituales,  que nos permiten saborear y degustar al máximo una copa. Estos son algunos de los errores más comunes a la hora de comprar, servir y beber un vino, que podrás evitar a partir de hoy.

Comprar un vino caro porque siempre es mejor

Hay vinos caros que son excepcionales, pero también hay vinos baratos que lo son. Puedes probar un vino caro y que te decepcione su sabor, aunque sea de mucha calidad. Compra el vino que puedas y que te haga disfrutar, porque el concepto de “mejor” es relativo. Además, no todos los vinos son adecuados para el mismo momento: es diferente tomarlo para acompañar una comida que para tener una cita romántica.

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Llenar la copa

No es lo mismo llenar un plato de comida que una copa de vino. El primero puede estar a rebosar, pero el segundo no. De hecho, la recomendación de los expertos es llenar la copa menos de la mitad. De este modo evitas que se caliente el vino y lo dosificas mejor al echártelo a la boca. Así que ya sabes, nada de llenar las copa a tus invitados. Si entre ellos hay algún entendido en vinos sin duda sabrá apreciarlo.

Empujar el corcho hacia dentro si se rompe

Aunque no quieras, el corcho se deshará en pequeños trozos que inundarán todo el vino. Así que la otra opción que tenemos es intentar sacarlo como sea para evitar que se desmenuce dentro. Si finalmente no puedes evitar que parte del corcho caiga dentro, utiliza un colador cuando vayas a servirlo y evitarás que sus partículas vayan a parar a tu copa, o a la de tus invitados.

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Cambiar de vino, pero no de copa

A ver, en realidad tampoco es estrictamente necesario, aunque se recomienda realizar antes un “envinado”, es decir, quitar los restos del vino anterior enjuagando la copa con unas gotas del que vas a tomar a continuación. Esa pequeña cantidad que has utilizado para el enjuague no la tienes que beber. Retírala y tu copa estará lista para disfrutar del siguiente vino.

Dejar la botella con el vino sobrante a temperatura ambiente

Es muy común abrir una botella y no beberla entera, sobre todo si estás sola y solo quieres una copa al llegar a casa. En ese caso, la mejor opción es meter la botella en el frigorífico, donde se va a conservar mejor. Cuando lo vayas a tomar de nuevo, acuérdate de sacarlo un ratito antes para que gane unos grados. Con todo, piensa que una botella abierta se oxida en poco tiempo y el vino aguanta en buenas condiciones apenas un par de días. Pasado ese tiempo es mejor que emplees lo que sobra en la elaboración de un sabroso guiso.

Creer que los mejores vinos son Ribera o Rioja

Si ese es tu criterio a la hora de elegir vino te estás perdiendo los grandes vinos que nos ofrecen regiones como la de Valencia o Aragón, por poner solo dos ejemplos. Como consumidores tenemos a nuestra disposición muchas variedades a la altura de un Rioja o un Ribera que nos permitirán apreciar nuevos sabores y matices. No te limites a lo que conoces y lánzate a probar nuevos vinos. 

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