En verano las texturas ligeras se convierten en las estrellas de los rituales de maquillaje y los looks en los que el bronceado se resalta con productos que potencian la luminosidad sin resaltar los brillos triunfan a partir de junio. Entre los imprescindibles de este neceser que consigue sacar lo mejor de cada piel destaca el colorete, el cosmético por antonomasia con el que devolverle el color a las mejillas con un efecto buena cara instantáneo. Lo mejor de este gesto sencillo que rejuvenece en pocos segundos es que, según la zona en la que se aplica, logra resultados más allá del mero rubor: Tamara Falcó es de las que se alía con el pigmento para estilizar los rasgos y redefinir el óvalo facial, una técnica que pone en práctica tanto para el día a día como para eventos formales. Y para las que necesiten un truco exprés con el que arreglarse a primera hora de la mañana, Paula Echevarría sabe cómo imitar el aspecto de un rostro descansado tras una jornada de playa.
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Colorete con efecto sol
Con esta buena cara que ha desatado comentarios como "Bombón", "Preciosa" o "Que bella estás Paula ...estás radiante", Paula Echevarría demuestra lo mucho que favorece un toque de colorete cuando se aplica con trazo estratégico. Este truco que se pone en práctica en menos de un minuto consigue resultados espectaculares, lo que todas las mujeres necesitan cuando se arreglan en tiempo récord por las mañanas. La técnica consiste en imitar el efecto tostado que queda en la piel tras un día en la playa pues se aplica el blush en las zonas altas del rostro, donde el sol incide con más intensidad. Esto se traduce en que, además de sobre las mejillas, el pigmento también se extiende en el centro de la nariz.
Como truco para conseguir un rubor que además esculpe las facciones, la maquilladora Cristina Lobato recomienda que se utilicen dos tonos de colorete diferentes: "Aplicamos el más claro en la zona central del pómulo y el más oscuro en la zona más cercana a la oreja y a la sien para realizar un contouring muy natural". En cuanto al consejo para encontrar las tonalidades que mejor sientan, Lobato revela que "la idea es aplicar el colorete de modo que dé un toque de color, lo más similar posible a cuando nos ruborizamos de forma natural".
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El toque de luz que eleva los pómulos
Para finalizar el look y que rebose aún más frescura, la embajadora de Tous combina a veces el rubor con el iluminador. Este último producto que potencia la intensidad de la luz que incide sobre el rostro se coloca justo encima del blush para aumentar la profundidad en las facciones y, en el caso de la actriz, también sube por las sienes hasta encima de las cejas en forma de 'C', la técnica con la que se esculpen los pómulos y se pone foco en la mirada. Como último tip de experto que aumenta la naturalidad en el acabado, la aplicación tanto del colorete como de los polvos bronceadores deberían extenderse hasta las orejas para no crear ese corte antiestético que delata la presencia del maquillaje.
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