El maquillaje natural de las modelos, el mejor complemento de un vestido de invitada 'glitter'

Equilibrar el impacto visual de la prenda es la mejor opción; palabra de Izabel Goulart, Alessandra Ambrosio e Irina Shayk

Por Mariana Chacón

Los vestidos de fiesta glitter tienen el poder de convertir a la que lo lleva en el centro de atención de cualquier evento, esto se debe - entre otros motivos - a su capacidad para reflejar la luz. En el caso de elegir este estilo como vestido de invitada, lo mejor es contrarrestar el dramatismo del look con un maquillaje natural casi imperceptible ‘efecto cara lavada’. La lección de belleza llega de la mano de tres de las modelos más fotografiadas del mundo quienes, además de equilibrar el impacto del brillo, restan barroquismo al conjunto y consiguen rejuvenecerlo con un toque de frescura. ¿Un detalle crucial? Lucir una piel ultra luminosa para que no resalte su opacidad en contraste con la prenda.

Aunque un maquillaje natural requiere de una técnica menos depurada que uno de fiesta, lo cierto es que intervienen más productos de lo que a priori pudiera parecer. Preparar la piel se convierte en un paso imprescindible porque no se van a cubrir las imperfecciones con fórmulas muy saturadas de pigmento, por el contrario, el cutis debe mostrar un aspecto fresco y saludable con bases muy ligeras. Por ello, primero se debe nutrir el rostro con una crema adecuada para cada tipo de piel y, después, aplicar una prebase que potencie la luminosidad del rostro como el mítico spray Fix +, de M.A.C Cosmetics, ahora también disponible en una versión ‘shimmer’ con partículas perladas suspendidas en el líquido preparador refrescante.

Después de la fase de preparación, una base de maquillaje ligera será la mejor aliada para igualar el tono con un acabado ‘efecto segunda piel’ y en caso de utilizar iluminador para potenciar la luz en la parte alta de los pómulos, el centro del tabique nasal y debajo del arco inferior de las cejas, las texturas cremosas son las que consiguen resultados más naturales. El último consejo que se extrae de las tres modelos es que el color nude en los labios es el ganador por goleada, eso sí, las texturas bálsamo o cremosas vencen a los mates ya que estos últimos resultan más artificiales. De hecho, recurrir a un bálsamo en lugar de una barra de labios es otra forma de darle a la boca un acabado hidratado y jugoso con un efecto ultra natural.