Preguntas y respuestas sobre tu piel en primavera

Es una época especialmente complicada para la piel, que tiene que recuperarse del invierno y prepararse de cara a los meses de sol

Por hola.com

Estamos de lleno en la primavera, una estación en la que, además de poner nuestro cuerpo a punto para el verano, tenemos que ponernos en marcha para recuperar nuestra piel de los rigores del frío que aún no nos ha abandonado del todo y para prepararla de cara a los meses de verano. Y todo ello teniendo en cuenta un hándicap añadido: es una temporada de alergias que también pueden hacer mella en la piel. Por eso nos hemos planteado algunas preguntas sobre el cutis en primavera.

¿Cómo la encontramos?
Tras el invierno, la piel puede mostrarse más deshidratada y reseca y con redes vasculares más marcadas. Por ello, nuestro organismo y nuestra piel necesitan una cura de limpieza para renovarse. El culpable es el frío, que actúa en nuestro cutis produciendo una disminución del flujo sanguíneo, una baja oxigenación y una nutrición deficiente del mismo.

¿Qué podemos hacer?
Por eso, la piel requiere de una serie de cuidados específicos en primavera, que deben ir encaminados a recuperarla de su etapa invernal y a protegerla de las agresiones futuras. Y el primer paso es la limpieza, para después proceder a hidratarla. Y es que una buena hidratación es la base fundamental para mantener la piel en buenas condiciones de cara a los próximos meses de verano. Para ello es muy importante aplicar a diario crema hidratante y una ingesta adecuada de líquidos para aportarle también agua desde dentro. Además, hay que incrementar en esta época la protección. En ocasiones, el sol de primavera es más fuerte de lo que parece y, además, la piel está más sensible ante sus efectos. Por eso, un día en la playa o en la montaña puede ocasionarnos algún susto en forma de inesperada quemadura, por lo que el uso de filtros solares adecuados se hace indispensable.

¿Hay algún tratamiento extra que pueda ayudarla?
No le vienen mal extras, como pueden ser mascarillas limpiadoras, la forma más sencilla, cómoda y rápida para renovar la piel de nuestro rostro. Su acción sobre la piel suele ser rápida y de efectos inmediatos y visibles. Nada más retirarla, notaremos la piel más relajada, sin manchas ni impurezas. Aunque en la actualidad muchas mascarillas pueden aplicarse sobre el rostro sin alterar nuestra actividad, es más recomendable que durante el tiempo de acción nos mantengamos en reposo y lo más relajadas posible, pues así sumaremos a su efecto terapéutico directo, la influencia tan positiva que tiene la relajación física y psíquica sobre la agresión del rostro.

¿Influye la alimentación?
Y no se puede olvidar la dieta. Si es equilibrada y sana, con alimentos ricos en antioxidantes, carotenos y vitaminas A y E, es muy beneficiosa.

¿Qué puedo hacer si tengo la piel especialmente sensible?
Así, hay personas que notan cómo en esta época su cutis se muestra hipersensible, y reacciona de forma exagerada ante cualquier estímulo, incluidos los productos de tratamiento habituales, por lo que conviene adoptar medidas de protección y prevención extremas. Por eso conviene que:
-Huyas de cualquier producto potencialmente irritante.
-Optes por cosméticos hipoalergénicos y suaves que no alteren el equilibrio cutáneo.
-No está de más tener a mano un vaporizador de agua termal para rociar sobre los rostros irritados: su contenido en minerales y activos calmantes ayuda a relajar y descansar hasta las pieles más alteradas.