De morena a rubia: ¿cómo le afectan a tu pelo los cambios radicales de tono?

En apenas tres semanas hemos visto a Kim Kardashian pasar de un extremo a otro en la tonalidad de su cabello

Por hola.com

Ha sido, podemos decirlo sin miedo a equivocarnos, uno de los cambios de look de la temporada. Breve, pero muy comentado. Kim Kardashian nos sorprendía a todos hace semanas con su melena rubia platino, con la que parecía decir adiós –finalmente se quedó en un ‘hasta luego’- a su pelo moreno. La celeb dio marcha atrás pronto y ya presume de su color habitual de nuevo. Un cambio radical de color que, no hay duda, puede haber afectado a su melena. Por eso, nos hemos planteado en qué medida les afecta este vaivén de tonos al cabello.

EL CAMBIO RADICAL DE LOOK DE KIM KARDASHIAN

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Lo cierto es que la mayor parte de las mujeres optan por dar pequeños matices de color a su pelo y no tanto por los cambios extremos. Suelen ser las celebs las que se apuntan a estos cambios –muchas veces actrices que tienen que cambiar de look por exigencias del guion- y, tal vez por el efecto imitación, después aumenta la demanda de estas técnicas en los salones de peluquería. Y, como en casi todo, es fundamental atender a las recomendaciones del peluquero, tanto en los pasos a seguir como en los cuidados posteriores, porque es un proceso delicado, pues, como explica María Baras, del salón madrileño Cheska, "rompes la estructura natural de tu pelo".

Así lo explica también la peluquera Yolanda Aberasturi. “Un cambio de color radical exige aclarar aproximadamente 7 tonos. Es cierto que la cutícula capilar sufre esos cambios quedando blanda como el chicle y si no se trata adecuadamente, puede incluso romperse. En ese caso, habría que someter el cabello a varios tratamientos de regeneración capilar, que permiten cerrar la cutícula y volver a sellarla. Los cambios que alteran el color 2 o 3 tonos sufren menos deterioro, aunque los daños se pueden prevenir y compensar con cuidados específicos para recuperar el brillo y la elasticidad”, matiza.

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Un buen colorista, fundamental
Y es que como nos precisa María Baras, “es un proceso que se consigue a base de decoloraciones. Por eso, en primer lugar, si nos encontramos con una melena larga, hay que cortar un poco el pelo, pues las puntas son la parte más debilitada del cabello y no aguantan tanta presión”. Aunque han mejorado las técnicas y productos de decoloración, estamos ante una técnica agresiva que, además, como nos explica la bloguera de hola.com, requiere de horas en la peluquería, pues es un proceso largo: “Conseguir el tono justo lleva un tiempo y varias visitas a la peluquería para ponerse en manos de un buen colorista”. En ese tiempo intermedio hasta conseguir ese tono casi blanco, tienes que lavar y tratar muy bien el pelo, con un proceso de hidratación extra.

¿Y una vez que se consigue el objetivo? “Como es un pelo decolorado, hay que hidratar muchísimo, y para que no amarillee, conviene utilizar productos azulados. En Estados Unidos, tras el ‘efecto Kardashian’ se ha roto el stock de estos productos que neutralizan el tono dorado y ayudan a conseguir un rubio frío, no tan cálido como el dorado. Es fundamental hacer caso al peluquero sobre los productos que nos recomienda”, nos explica María Baras, quien nos da algunas claves para cuidar el pelo que se ha sometido a un cambio radical de color: “Son importantes también los tratamientos profesionales de hidratación en el salón de peluquería, y aplicar mascarillas en casa, con calor para aportar ese extra de hidratación. Además, conviene no abusar de las planchas o la tenacilla, es mejor trabajar las puntas con cepillo de cerdas naturales y secador. Al mes hay que retocar, aunque a mí no me molesta el efecto raíz, porque es el paso previo cuando se quiere recobrar el tono”, concluye.