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Parece que fue ayer cuando los medios de comunicación de todo el mundo se hacían eco del vídeo de contenido sexual de Kim Kardashian, hija del famoso abogado de O.J. Simpson, con su ex pareja el cantante Ray J, situación que le lanzó a la fama y facilitó el lanzamiento del programa Keeping up with the Kardashian, show que cumple, en septiembre de este 2017, diez años desde su primera emisión. Desde entonces no solo hemos visto crecer, que no madurar, a sus integrantes, sino que además hemos asistido a la creación de una consolidada y poderosa marca alrededor de estas idolatradas mujeres.
Convertidas en iconos de estilo, por méritos propios, para millones de féminas de todo el mundo, las Kardashian-Jenner han revolucionado el concepto fama para hacerlo todo suyo. No son cantantes, ni actrices y solo una de ellas ejerce como modelo profesional, pero sus conocidas curvas, su dominio del maquillaje y particular sentido de la moda les han permitido convertirse, por separado, en sólidas marcas multimillonarias. Todas, sin excepción, han sabido rentabilizar su apellido y las 13 temporadas que llevan en antena.
Lo que comenzó, en un barrio de Los Ángeles, con una modesta tienda de ropa llamada Dash, es hoy un exitoso mercado en el mundo del LifeStyle. Firmas de ropa propias, libros, aplicaciones móviles, colaboraciones con firmas de lujo, líneas de maquillaje… todo lo que tocan se convierte, automáticamente, en oro, pero con perdón de la mujer de Kanye West, si hay una hermana que ha dado más de qué hablar esa ha sido la ex de Tyga.
Kylie Jenner, una maquina de hacer dinero
La más pequeña del clan, Kylie Jenner se ha convertido, según la revista Forbes, en una de las jóvenes menores de 30 más ricas de todo el mundo y este no será el único año que ostentará tal título ya que se estima que si su marca Kylie Cosmetics sigue cosechando los mismos éxitos y colgando el cartel sold out lanzamiento tras lanzamiento, los beneficios alcanzarán, en 2022, el billón de dólares.
Y, por supuesto, la cosa no se queda ahí, esta empresaria sigue expandiendo sus negocios con un reality propio, The Life of Kylie Jenner, show paralelo al de su familia y nada real, que ha generado numerosas críticas y comentarios ya que por mucho que se empeñe en mostrar su verdadero yo, los filtros y el bótox nunca nos dejarán ver a la joven que lleva dentro y que cuenta con una doble de cera que resulta mucho más natural que ella misma. Adicta a las redes sociales y volcada en su misión de entretener a sus más de 97 millones de seguidores, esta celebrity ha ido cambiando considerablemente a lo largo de los años convirtiéndose en una copia de su hermana Kim Kardashian y eliminando así su esencia de patito feo para dar lugar a lo que ella considera un bonito cisne. No hay día que pase en el que un miembro de esta familia no genere un jugoso titular y es por ello que se augura un prospero futuro a este programa que ya prepara su temporada número 14 y en el que Kylie Jenner, esa que ha confesado no haber deseado nunca ser famosa, seguirá hablando de la necesidad de vivir normalidad sentada en su Ferrari descapotable.
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