El último e impactante cambio de Can Yaman por exigencias del guion: recordamos sus otras transformaciones

El galán turco ha perdido 10 kilos en un mes para meterse en la piel de Sandokan

Por B. Moreno

Desde que Can Yaman apareció en nuestras pantallas por primera vez, desató la locura y se convirtió en el galán turco por excelencia. Todo ello gracias a su gran trabajo y a su impactante físico. La larga melena, muchas veces recogida en moño, la barba y el musculado cuerpo que lucía en Erkenci kus, serie con la que le descubrimos en nuestro país, impresionó y enamoró inmediatamente a los espectadores, granjeándole una gran legión de fans en todo el mundo. Ahora, sus seguidores han vuelto a quedarse mudos ante el último cambio que ha sufrido el protagonista de El hombre equivocado por exigencias del guion.

Can Yaman, muy afectado, rinde homenaje a su mayor fan española tras conocer que ha fallecido

El intérprete otomano, de 34 años, se encuentra en la fase de preparación de su nuevo proyecto: Sandokan, un trabajo para el que debe adoptar una apariencia muy diferente a la que nos tiene acostumbrados. Para ello, Can Yaman ha perdido 10 kilos en apenas un mes, algo que se puede apreciar en la imagen que ha compartido y en la que se le puede ver notablemente más delgado.

Muchos han comenzado ya con la 'operación bikini' y Can ha comenzado con su particular 'operación Sandokan'. Sabedor de la curiosidad que despierta cada uno de los pasos que da, el famoso actor, que en abril estará en el set de rodaje de esta serie en la que estará inmerso durante 6 meses aproximadamente, ha explicado en su publicación cómo ha logrado este radical cambio de aspecto.

Antes de empezar este duro proceso, Can Yaman aprovechó que acababa de finalizar el rodaje de la segunda temporada de Violeta como el mar y que tenía unos días libres en Navidad para regresar a Suadiye, su ciudad natal, para descansar, desconectar y recargarse de energía junto a sus padres y a su entorno más cercano, además de, como él mismo ha reconocido, dar buena cuenta de "la cocina turca, que extrañaba tanto". 

Can disfrutó de lo lindo de esos días en Turquía consciente de que su vuelta a Italia no iba a ser sencilla. "Sabía que a mi regreso a Roma tendría un trabajo duro: un cambio radical de hábitos para prepararme para el próximo personaje: ¡Sandokan!", ha afirmado ilusionado por ante el nuevo reto al que se enfrenta. Con mucha disciplina se puso manos a la obra. "Tan pronto como volví, empecé a involucrarme... El primer objetivo era alcanzar el peso ideal para el personaje y después centrarse en los aspectos mentales", ha explicado.

"Fue un período muy duro, en un mes perdí casi 10 kg, bajando de 94.5 kg a 85 kg", ha aseverado, consciente de que la báscula aún debe bajar más para meterse en la piel del famoso pirata. Que nadie piense que ha adelgazado por arte de magia, al contrario, ha sido fruto del tesón, el trabajo y la fuerza de voluntad. "Fue, y es, una fase particularmente intensa. Le he quitado muchos placeres a la vida, tengo que ejercitarme 2 o 3 veces al día y hacer ayuno intermitente, 16:8, manteniendo las calorías muy bajas", ha desvelado a sus fans.

Sabiendo que verle tan delgado podría causar preocupación en sus seguidores, el protagonista de Dolunay, que estuvo el pasado fin de semana en Barcelona dentro de su gira 'Break the Wall', ha querido dejar claro que, en las cosas relacionadas con la salud, uno no puede ir por libre y que se ha rodeado de profesionales que le han ayudado y supervisado en todo momento, asegurando que "no hay nada de qué preocuparse: a pesar de estar agotado estoy perfectamente sano, rejuvenecido, desintoxicado y ligero, pero sobre todo muy satisfecho. Obviamente todo está pasando con el monitoreo continuo de profesionales serios y responsables".

Finalmente, todo sacrificio y esfuerzo ha merecido la pena y Can ha logrado su objetivo. Es un apasionado de su profesión y haría lo que fuera para estar a la altura de lo que demande un personaje ya que considera que "esto es lo que hacen los actores: se transforman con dedicación cuando es necesario y se moldean de vez en cuando en el nuevo papel. En resumen, seguiré inflando velas hasta que lleguemos al Sandokan perfecto que nos fijamos". Estamos convencidos de que alcanzará lo que se propone y será un 'tigre de Malasia' que marcará época. 

Camaleónico

Pese a ser uno de los más llamativos, este no ha sido el único cambio de imagen que ha sufrido el galán turco. Uno de los más impactantes fue al que sometió en enero de 2020. En este caso no se debía a exigencias del guion sino por cumplir con su país. Nos referimos a cuando Can se despidió de su larga melena, de su barba y de ese aspecto salvaje con el que nos había cautivado, y se rapó la cabeza para cumplir con el servicio militar en Turquía. 

Si nos retrotraemos a 2014, su debut en el mundo de la interpretación con la serie Gönül İşleri (Asuntos del corazón), encontramos a un Can Yaman con un look muy diferente al actual. Vemos a un jovencito de 25 años, con el pelo corto y un simpático bigote, que también le sienta a la mil maravillas, y una complexión física mucho más delgada, el actor todavía estaba desarrollando su característica musculatura.

Después llegarían İnadına Aşk, Matrimonio por sorpresa y Dolunay, donde ya aparece con un aspecto más maduro, pero aún alejado de la imagen que nos viene a la cabeza cuando pensamos en Can Yaman. En estas tres ficciones, el artista también lleva el cabello corto, pero cambia el bigote por una barba de tres días y se le ve algo más corpulento. Una apariencia con la que no podemos negar que estaba muy atractivo. 

El cambio radical llegaba con la serie con la que le descubrimos en España, Erkenci kus. Su personaje, Can Divit, era un publicista que se hacía cargo de la empresa de su padre, pero también tenía un lado salvaje como trotamundos que había estado en todos los rincones del planeta acompañado por su cámara y viviendo mil y una aventuras. De ahí su pelo largo, suelto o en moño, de un castaño casi rubio quemado por el sol. Su atlético cuerpo, con los músculos muy definidos, fue otra de las características que no pasaron desapercibidas y que hicieron suspirar por él a medio mundo.

Después de enamorarnos con su particular estilo, tanto dentro como fuera de la pantalla, Can se reincorporaba al trabajo tras el servicio militar con un sexy tupé que le sentaba a las mil maravillas para meterse en la piel de Özgür Atasoy, en El hombre equivocado, un joven adinerado que posee un restaurante y vive una vida algo alocada y que ha perdido la fe en el amor y en las mujeres, justo lo contrario a lo que pensaban sus seguidores cada vez que aparecía en la pantalla. Sin duda, una de las series donde está más guapo.

Su siguiente trabajo sería Violeta como el mar, en la que daba vida a un investigador de la policía italiana. Su estilismo va muy en consonancia con el de su personaje. Físicamente, sigue la estela de su anterior trabajo pero, poco a poco, va dejando crecer su cabellera, seguramente ya pensando en el papel que le estaba esperando: El Turco.

Para esta ficción de Disney+ Can se volvía a transformar. Al igual que para Sandokan, se sometía a un durísimo entrenamiento por el que incluso tuvo que aprender a luchar subido a lomos de un caballo y por el que llegó a sufrir 'heridas de guerra' durante el rodaje. 

Físicamente estaba más fuerte que nunca, con más músculos de los que cualquier ser humano puede tener en su cuerpo. De nuevo lucía melena al viento, más larga y 'desaliñada' que nunca, pero tan guapo como siempre. Muy pronto se estrenará esta ficción en la que encarna a Yenicer Hasan Balaban, apodado 'El turco', un heroico soldado otomano que se convirtió en leyenda en Italia por la cantidad de personas a las que salvó.