A sus 36 años, Leo Messi sigue cosechando grandes éxitos en el mundo del fútbol y, como es lógico, los disfruta en compañía de los que más quiere. Esas personas son su mujer Antonela Rocuzzo (35) y sus tres hijos: Thiago (que cumple once este jueves 2 de noviembre), Mateo (ocho) y Ciro (cinco), quienes siempre han supuesto un apoyo fundamental para el jugador a lo largo de su dilatada e inigualable carrera.

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Cuando los vemos juntos, son la viva imagen de la felicidad y el mejor ejemplo de una familia unida que se adora, como es el caso donde compartían su alegría por el último y prestigioso premio que recibía el cabeza de familia. Era el pasado lunes cuando los cinco nos regalaban el posado más elegante y espectacular que han protagonizado nunca hasta ahora, tres fotos artísticas en blanco y negro que son para enmarcar.

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Las instantáneas fueron tomadas el pasado lunes en París, dentro de la habitación y en los pasillos del lujoso hotel donde se hospedaban. Vestidos de gala para la ocasión, las miradas cómplices que se intercambian entre unos y otros lo dice todo. Tanto por parte del matrimonio como en el gesto de los niños, se refleja a la perfección el amor profundo y el cariño incondicional que se tienen.

Thiago, el hijo mayor de Leo Messi y Antonela Roccuzzo, tras los pasos de su padre en Miami

El crack recibía esa noche nada menos que su octavo Balón de Oro, por lo que había viajado con los suyos desde Estados Unidos hasta la capital francesa para disfrutar de esta velada única. Para añadirle más emoción al momento, el delantero recogió el trofeo de manos de David Beckham, quien se ha convertido en uno de sus mejores amigos desde que el goleador fichó por el Inter Miami.

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Es evidente que su nueva aventura en Florida les ha sentado a Messi y su gente de maravilla, un lugar donde han encontrado todo lo que buscaban en esta etapa de sus vidas. Volviendo a la ceremonia que tuvo lugar en el icónico Théâtre du Châtelet, ya desde un primer momento se vio a Leo y su esposa caminar radiantes por la alfombra roja en compañía de sus pequeños.

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Al tomar la palabra en medio de una gran ovación, la leyenda viva del deporte rey pronunció un emotivo discurso donde quiso dar las gracias primero a sus compañeros de la selección argentina, con los que conquistó el pasado Mundial. A continuación, se acordó de "mi mujer y mis hijos por estar en los peores momentos y haberme ayudado cumplir mis objetivos y mis sueños", señalaba emocionado en una gala donde Thiago, Mateo y Ciro se subieron al escenario para abrazar a su orgulloso padre.

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