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Infiel ha llegado a su fin este domingo después de dos temporadas cargadas de emoción, intrigas, amor y venganza. La telenovela, que generó un gran revuelo con su emisión en Turquía por tener un argumento algo atrevido para la sociedad otomana, se ha convertido en una de las producciones favoritas del público de nuestro país. Los espectadores se han congregado frente al televisor semana a semana atraídos por la historia de amor y traición de Asya (Cansu Dere) y Volkan (Caner Cindoruk).
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Lo que parecía una idílica relación se convertía en un triángulo amoroso en cuyo tercer vértice se encontraba Derin (Melis Sezen). Los espectadores querían saber cómo acabaría esta complicada situación y, por fin, se ha desvelado la incógnita, eso sí, con giros inesperados donde algunos personajes han terminado pagando por sus acciones del pasado. ¿Quieres saber qué ha pasado? ¡Te lo contamos!
Volkan es encarcelado, acusado de estafar y robar a los Güçlü, familia de Derin. La joven sufre un nuevo brote psicótico y culpa a su madre de haber destrozado a su familia. Sin decir a nadie hacia dónde se dirige, coge el coche y se marcha a toda prisa. En el trayecto, llama a Asya y le dice que va a terminar con su sufrimiento, tal y como una vez debió hacer. La médico entiende que Derin se encamina hacia el acantilado en el que ya estuvieron a punto de perder la vida una vez y que la intención de la chica es lanzarse al mar.
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Por suerte, Asya llega a tiempo de evitar que se quite la vida. Tras consolarla y hacerle recapacitar hablándole de su hija Zeynep, la arrastra tierra adentro y la abraza. Después, la lleva al hospital. Mientas los médicos la examinan, llama a Gönul y a Onur, la madre y el apoyo incondicional de la chica, para ponerles al tanto de cómo se encuentra la paciente. "Deberá ser internada en un psiquiátrico para recuperarse", le explica la protagonista a Gönul, quien, a su vez, le da las gracias por haber evitado la muerte de su hija.
Un mes más tarde, Derin abandona la clínica mental totalmente recuperada y acompañada por Gönul y Onur, quien no se ha separado de ella un solo momento. Lo primero que hace la joven es ir a ver a Asya para darle las gracias por haberla ayudado en el peor momento de su vida. Después, siguiendo el consejo de la doctora, retira los cargos en contra de Volkan. Ni Zeynep, ni Ali (hijo de Aysa y el arquitecto) merecen tener a su padre en prisión.
Volkan es puesto en libertad el mismo día en el que Demir (hermano de Derin) y Ali se gradúan. A su salida de prisión nadie le espera, toma un taxi en dirección hacia el colegio de su hijo pero, a mitad de trayecto, debe bajarse del vehículo puesto que no tiene dinero para la carrera completa y tiene que finalizar el camino a pie. Al llegar, ve a todos felices y a Onur, sosteniendo a su hija en brazos lo que le hace perder el control y montar una escena en medio de la celebración. Derin, que ya no siente ese amor enfermizo por él, le exige que se vaya. "Ahora estás solo y arruinado, como siempre debió ser", le dice, además le confiesa que le ha estado engañando con Onur.
Completamente devastado, Volkan se marcha y está a punto de ser atropellado por un coche. Asya siente pena por él y le lleva hasta la casa que era de su madre, donde vivirá sin ninguna de las dos mujeres a las que ha amado. Acto seguido, la doctora le informa de que, tanto ella como Ali, se marchan a Londres y abandonan Tekirdag para siempre. "El precio de mi traición será que mi corazón siempre te pertenecerá", le confiesa entonces a su exmujer. El arquitecto paga por todo lo que ha hecho y se queda solo y arruinado viendo como los demás siguen adelante con sus vidas.
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Por otro lado, Ceren ha comprendido que no puede forzar a Selçuk a estar a su lado. A la joven le hace mucho daño verlo tan feliz junto a Nil, por lo que decide marcharse a Estambul y rehacer allí su vida. No obstante, antes de hacerlo promete al hostelero que podrá estar presente y formar parte de la vida de su hijo. "Jamás te quitaría el derecho de ser su padre", dice mientras se despide, antes de fundirse en un cariñoso y sincero abrazo. Mientras tanto, Nil descubre que está esperando una niña.
Tres meses después, Derya recibe una inesperada y feliz visita: la de Kadir, amigo de Aras, quien en su día prometió a la doctora amiga de Aysa que volvería a Tekirdag para estar con ella y ha cumplido con su palabra. Tras una larga espera, el amor ha llegado a su vida.
Dispuesta a poner rumbo a Londres junto a su hijo, Asya se despide de sus seres queridos. En Inglaterra Ali estudiará la carrera que elija y ella podrá darse la oportunidad de ser feliz. Antes de irse le devuelve a Derin todo el dinero y las propiedades que Volkan puso a nombre de Ali y, también, vende la casa que ha sido su hogar durante muchos años.
Volkan está destruído, no queda ni rastro del gran arquitecto que fue. Con un aspecto muy dejado y la mirada triste, se dedica a recordar lo feliz que fue en el pasado y todo lo que terminó perdiendo por sus malas acciones. Finalmente, ha terminado pagando todo el daño que causó en el pasado.
Por su parte, Onur, ha conseguido ganarse un lugar en la vida de Derin, gracias a su paciencia e insistencia. La joven es muy feliz con el abogado y con su pequeña Zeynep. Juntos disfrutan de una relación de amor sana, donde no hay lugar para los celos y las mentiras que marcaron su anterior historia.
Veinte años más tarde, Ali vuelve de visita a Tekirdag junto a su madre. Con su hermana Zeynep de una mano y un ramo de flores blancas en la otra, visita la tumba de Volkan. A pesar de todo el daño que les causó en vida, han sido capaces de perdonarle por los errores que cometió y ahora miran al futuro llenos de esperanza y sin rencores.
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