Madre de dos adolescentes e hija de un profesor universitario y una enfermera con ideas políticas radicalmente opuestas a las suyas, Liz Truss, de 47 años, llega a Downing Street con varios récords a sus espaldas: es la segunda mujer en la historia en ser nombrada Lord Canciller, uno de los títulos honoríficos más importantes del país (su cuya predecesora ostentó el cargo hace más de 800 años). Además, como es bien sabido, es también la tercera mujer en gobernar Reino Unido después de Margaret Thatcher y Theresa May, pero parece que, aunque con quien trabajó mano a mano fue con la segunda, seguirá más el legado de la primera. De hecho, ya empiezan a conocerla como 'la nueva dama de hierro' por, entre otras cosas, su promesa de endurecer las sanciones a Rusia, postura que recuerda a la de Thatcher con Argentina en las Malvinas.
Y eso a pesar de que su infancia la pasó de manifestación en manifestación en contra de la entonces primera ministra. Sus padres, activistas antinucleares, acudían con su hija a alzar su voz, pero cuando la niña creció e inició sus estudios en la prestigiosa Universidad de Oxford todo cambió: vio como una iluminación las teorías liberales, lo que le granjeó el malestar de su padre, profesor de matemáticas de la Universidad de Leeds, que incluso se negó a hacer campaña por ella cuando se presentó a las elecciones al Parlamento.
Se casó en 2000 con Hugh O'Leary, tres años después de conocerse. En 2006 se hizo público un romane que ella había tenido, durante 18 meses, con un compañero de partido que era diputado. Ni siquiera el escándalo del affaire pudo romper el matrimonio con el padre de sus hijas -Frances, de 16 años, y Liberty, de 13- y superaron la crisis (no así el otro diputado, que también estaba casado y se acabaría separando).
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Tras graduarse en Economía, Política y Filosofía en 1996, Truss trabajó durante diez años en la empresa privada antes de dar el salto a dedicarse profesionalmente a lo público. Comenzó como concejala local en el sureste de Londres y fue a partir de 2014 cuando su carrera inició un meteórico ascenso que la llevó a dirigir diferentes carreras ministeriales y que la ha convertido en la primera ministra de Reino Unido.
Dará su primer discurso en la puerta del número 10 de Downing Street este martes, después de que su predecesor, Boris Johnson, comunique formalmente su dimisión a la reina Isabel II y de que esta, a su vez, pida a Truss que constituya el Gobierno en su nombre.
