La salud no está en juego
En teoría, Nicole Kidman quería evitar que su marido, Keith Urban, recayese en sus adicciones tras su boda en 2006. Por tanto, habría incluido una cláusula por si volvía a abusar del alcohol o las drogas. Si lo hiciera, la actriz recibiría casi 600.000 euros por cada año que hubieran pasado juntos