Juan Carlos Unzué, un ejemplo de superación en la lucha contra la ELA, lanza el chupinazo de San Fermín

El exfutbolista pamplonés inaugura los Sanfermines con un mensaje solidario dedicado a los sanitarios y a los enfermos que como él sufren Esclerosis Lateral Amiotrófica

Por hola.com

Después de dos años de pandemia vuelven los Sanfermines. El chupinazo más esperado ha sido lanzado esta misma mañana por Juan Carlos Unzué, el exfutbolista que hace tres años anunció que padecía ELA, Esclerosis Lateral Amiotrófica, una enfermedad neurodegenerativa que no tiene cura. Unzué ha sido el encargado de encender la mecha del chupinazo desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona, entre el júbilo de los asistentes y los gritos de ¡Viva San Fermín".  Y pese a que la lluvía ha caído en la ciudad navarra, sus habitantes no se han movido de la plaza para celebrar el inicio de los Sanfermines después de dos años sin celebración. 

-Así es la ELA, la enfermedad que ha apartado a Juan Carlos Unzué del fútbol

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Unzué se ha acordado de los sanitarios que trabajaron durante la pandemia y le ha dedicado el chupinazo a las personas que padecen esclerosis lateral amiotrófica como él: "Pamploneses, iruindarrak. Este chupinazo va dedicado a todas y todos los sanitarios y las personas que nos han ayudado en toda la pandemia y a todos los enfermos con ELA, especialmente a Montxo", en referencia a Montxo Iriarte, presidente de la Asociación ANELA (Asociación navarra de esclerosis lateral amiotrófica). Han sido momentos de gran satisfacción para el deportista pamplonés, que se ha abrazado al alcalde de Pamplona, Enrique Maya, tras da por inauguradas las fiestas de San Fermín.

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Desde que el exfutbolista diera a conocer su dolencia, el hombre que dedicó su vida al futbol primero como portero y después como entrenador se ha convertido en una cara visible para pedir más recursos para la investigación de esta enfermedad, y ha escrito un libro  Juan Carlos UnzuéUna vida plena. Sin su familia, su mujer, María Elorza, y sus tres hijos, María, Aitor y Jesús, no habría podido continuar. Ellos son su máximo apoyo.  "Para mí, la familia y los amigos son una motivación para seguir estando lo más fuerte posible y, entre comillas, facilitarles la situación. Si estás solo o te dejan solo, te resulta imposible convivir con la ELA y te destruye en tres días", revela en las páginas de ¡HOLA!

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Juan Carlos echa la vista atrás y se da cuenta de que ha tenido una vida fantástica. "Mi mujer y yo hemos creado una familia con tres hijos y hemos vivido momentos geniales, momentos de éxito y también situaciones complicadas. Hemos disfrutado mucho de la vida juntos". Por otra parte, su mayor anhelo es que sus hijos sufran lo menos posible, porque, "si lo consigo, el primer beneficiado voy a ser yo", admite. Sus hijos varones se han dedicado al fútbol como él, los dos estudiaron  INEF. Aitor, el mayor con 30 años, está en el staff técnico de la Selección española, como analista y ayudante del entrenador Luis Enrique. Y Jesús, de 28 años, que había jugado como portero, está trabajando como coordinador de guardametas del FC Barcelona. Por último, su hija María, de 25, ha estudiado Turismo y está trabajando en una empresa de organización de eventos."El ver que tienen sus vidas hechas me da mucha tranquilidad", asegura Unzué, que es un ejemplo de superación y otimismo en la lucha contra el ELA, la enfermedad que afectó al científico Stephen Hawking.