Vicky Martín Berrocal se sincera con ¡HOLA! sobre su ruptura con João Viegas Soares: ‘No cierro la puerta a una reconciliación’

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—¿Qué tratamientos haces?

—Hice bicicleta durante año y medio y entrenar con Cris, que es mi entrenadora online. Ahora entreno una hora o cuarenta y cinco minutos, entre cuatro o cinco días. He vuelto al boxeo.

—Dar puñetazos te viene bien…

—Siempre me ha gustado el boxeo. El padre me enseñó a amarlo y, cuando volví a Madrid, lo recuperé, entre otras cosas.

—Acabas de cumplir cuarenta y nueve años. ¿Cómo lleva eso de cumplir años? ¿Te molesta?

—No me molestan los años. Quiero cumplir y cumplir. ¿Hay algo mejor que cumplir años? Si no los cumples…

—En tu fiesta de cumpleaños te vimos con Virginia Troconis.

—¿Que cómo se consigue eso? Debo de ser un bicho raro y la gente no lo entiende, pero es verdad. No hay truco ni secreto. Tampoco nadie se empeñó. Yo la recibí el día que llegó de Venezuela y entró por Cerro Negro –la finca de su exmarido, el torero–. Le dije a Manuel: “Yo voy a recibir a tu novia”. Y así fue.

—No es normal que alguien venga de Venezuela y sea recibida por la exmujer de tu pareja…

—Sí, pero eso es maravilloso. Lo que quise darle a entender es: ‘Aquí me tienes. Toma mi mano. Está Manuel, pero también estoy yo’. De mujer a mujer es mucho más fácil todo. Así empezó nuestra amistad. No te vayas a pensar que nuestra relación es igual que el primer día. No. Al final, el roce hace el cariño y la persona que entró por la puerta no es la misma que conozco después de veinte años.

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—Hablando de Manuel, ¿tu exmarido ha recibido ya la llamada de su padre?

—Lo único que te puedo contar es que me encantaría que ocurriera y creo que va a ocurrir. Lo creo firmemente. No me preguntes por qué, pero lo creo.

—Después del susto que se ha llevado Manuel padre, ¿has hablado con él?

—Hay cosas que no te puedo contestar (ríe).

—¿Y por qué no ha sucedido todavía ese encuentro entre padre e hijo?

—Creo que todo lleva su tiempo y no te pueden obligar a hacer nada. Hay que respetar los tiempos de cada uno. Entiendo que ahora Manuel Benítez ha entendido que es su momento y que está preparado. Tampoco podemos forzar a la gente.

—¿Te consta que está preparado?

—Creo que sí. Si no, ese gesto no lo hubiera hecho. Manuel Benítez no es mentira.

“Hay un duelo y un luto. Las cosas no pasan como tú deseas, pero eso no significa que no quieras a la persona”

—Acabas de romper con João. ¿Cómo te encuentras en este momento de tu vida?

—Con muchos cambios, pero no estoy mal. Hay un duelo y un luto. Las cosas no pasan como tú deseas, pero eso no significa que no quieras a la persona.

—¿Sigues queriéndole?

—Claro que le quiero. Es un hombre que ha sido muy importante en mi vida. Después de separarme de Manuel, no conviví con nadie ni formé un hogar. Entonces, [con João] éramos un total de seis hijos, viajábamos, compartíamos veranos, eventos, cumpleaños… Y el día a día de cada uno. No era pareja más. Ha sido la única persona que ha conseguido que yo vuelva a compartir un día a día, una vida.

—¿La pandemia ha hecho mella en la relación?

—No se puede saber nunca. Si piensas que mudaste en pandemia, en el miedo, en estar en casa, muchas limitaciones, mucho estrés… Pero, en esta vida, las cosas pasan porque sí. Igual que entendí que llegó a mi vida y que tomé la decisión de irme con él, ahora tomé la decisión de volver. Pero me he sentido querida, respetada… Es un hombre generosísimo en todo, en detalles… Siempre he dicho que es un tío diez. Pero hay veces que no funciona. No sé en qué momento empezó a tambalear todo, pero es una decisión decisión madura, tomada desde el respeto y el cariño.

—Entiendo que tú tomaste la decisión.

—Sí. Seguramente, la hubiera tomado él también, porque la relación no estaba bien.

—¿Cuándo lo hiciste?

—Fue hace dos meses, después de las Navidades

—¿Cuál fue su reacción?

—Buena. Él me quiere mucho.

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—¿Hay posibilidad de reconciliación o cierras la puerta?

—No cierro la puerta, para nada. Nunca se sabe… No es una cosa de que nos llevamos fatal, sino de evolucionar de una forma diferente… Puede ser por el Covid, la distancia, lo que dejé atrás… O que exiges más… No sé… Un cúmulo de todo nos llevó a esa situación.

—¿Has hablado con él recientemente?

—Sí, claro. Hablo con él. No hay motivos para no hacerlo.

—Entonces, puede darse la sorpresa.

—¡Todo puede pasar! Además, ojalá. Si pasa es por como dice el dicho: ‘Si está para ti, ni aunque te quite. Si no está para ti, ni aunque te ponga’. Ojalá eso, ojalá lo que tenga que venirme, pero que me emocione y que lo sienta.

—¿Cómo fue tu vuelta a España?

—Igual que cuando fui, pero más dolorosa. Cuando me mudé allí, también dejé muchas cosas. Aquí me he encontrado con mi vida, con mi hija, con mi madre, mi hermana, mis costumbres, mi idioma…

“Adoro a Bertín y lo quiero muchísimo, pero que me relacionasen (sentimentalmente) con él me dolió y me pareció poco respetuoso”

—Mientras hacías otra entrevista, te has venido abajo al hablar de la ruptura y has llorado. ¿Has llorado mucho?

—No te creas. En estos dos meses, no. Pero se me ha removido y se me han caído las lágrimas. Está reciente y todavía no soy consciente de qué pasó.

—¿Qué has aprendido de esta relación?

—Uy, muchas cosas. Aprendí a ser paciente, más generosa, mas mujer. Es la vez que más me han enseñado en el amor. Pensaba que el amor era otra cosa: sufrimiento, estar todo el día en tensión, inseguridad… Me ha enseñado por primera vez todo. Bendito sea que lo he vivido, porque me habría quedado sin conocer qué es el amor.

—¿Ya tienes casa en España?

—No. Estoy en una locura… Porque yo necesito orden en mi vida.

—En estos dos meses, te habrán salido pretendientes.

—No me he dado cuenta. Estoy todo el día trabajando. Bertín me tiene todo el día metida en el programa.

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—Precisamente, te han llegado a relacionar con él.

—Adoro a Bertín y lo quiero muchísimo, pero eso me dolió y me pareció poco respetuoso. Una semana publican mi separación y, la siguiente, me relacionan con él. ¿Cómo se puede en una vida pasar de una cosa a otra? Por otra parte, me reí. Es algo tan loco…

—¿Qué te dijo él cuando se enteró de la noticia?

—Se rió. Desde entonces, cuando voy a El show de Bertín, pregunto: ‘Dónde está mi novio. Que salga ya, que está tardando mucho’.

—¿Cómo se encuentra tu hija tras realizar su voluntariado en África?

—Dice que no ha sido más feliz en su vida. Alba pensó que iba a dar cariño enseñar a esos niños que estaban en un orfanato y no tenían nada, nada. Todo lo que pensaba que le iba a dar, lo recibió en veinticuatro horas. Alba quiere volver a irse, porque allí ha dejado un trozo de su corazón. Estoy muy orgullosa de Alba porque es muy decidida. Tiene sueños y los lleva a cabo.

—¿Qué quiere hacer ahora?

—Se ha tomado un año sabático. Ha estado montando a caballo, se ha apuntado a un curso para perfeccionar el francés, ha hecho el voluntariado, haciendo manualidades de cerámica… Ahora se ha apuntado a un curso de literatura para escribir poemas. Ha decidido tomarse un tiempo libre hasta septiembre. A ver qué decide. Me gustaría que me acompañara en la moda porque es un mundo fascinante.

“Estoy muy orgullosa de Alba porque es muy decidida. Tiene sueños y los lleva a cabo”

—¿Habéis diseñado algo juntas?

—No, pero ella tiene su punto. Yo lo mamé de mi madre y Alba lo ha visto siempre en casa.

—¿Cómo se encuentra tu firma después de la pandemia?

—Bien. Hago muchos diseños de novia y desde hace un año, la cosa se ha disparado. Sí porque la gente tenía ganas de celebrar, casarse, de hacer… Entonces, nos hemos repuesto rápidamente.

—¿Qué otros proyectos tienes?

—Tengo muchos otros, pero no me dejan contarlos. Luego, queremos abrir tienda en Málaga. Ya tenemos tres: en Sevilla, Madrid y Valencia. A ver si encontramos el local en Málaga, que es mi próximo destino. Además, estamos empezando a vender en México, estar en multitiendas por toda España…

—Has diseñado, hecho televisión… ¿Te queda algo por hacer?

—Grabar un disco. Fíjate que debería grabar un tema, un single. No estaría mal.

—¿No te lo han propuesto?

—Sí, me han propuesto productores. Pero tengo tantos amigos que se dedican a la industria, que me da mucho respeto.

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—Si hasta Jesulín ha grabado un disco…

—Sí, pero lo hizo cuando era su momento y entendió que lo tenía que hacer. Tengo muchos amigos en la industria y pienso en ellos… Si grabo música, sería desde mi sentir, desde mi pasión, desde mis emociones. No sé si canto bien o mal. Probablemente, cante mal, pero lo único que tengo claro es que, cuando canto en un sitio, sé que a la gente le llega y es porque yo hablo desde las tripas. Desde la verdad, las cosas se transmiten.

—Por último, quería preguntarte por tu hermana Marisa –hermana mayor, por parte de padre–. ¿Cómo es tu relación con ella?

—No tengo relación con ella.

—¿Cómo ves que hable como ella ha hablado?

—Respeto todo. Tengo relación con mis otros hermanos y me llevo muy bien con ellos. Compartimos muchas cosas, pero, con ella no. Son decisiones que hay que respetar. Cada uno es libre de hacer y la vida de cada uno la lleva uno. Entonces, respeto y no obligo a la gente a nada. Mi hija siempre me dice que es increíble mi forma de ver la vida porque no obliga a nadie a hacer o a entender…

—Pero te llevas bien con tus otros hermanos de padre, que son los hermanos de Marisa. Habrá quien piense por qué te llevas bien con unos hermanos y no con ella.

—Ya… Pero son decisiones de cada uno.

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