Hace unos días Beatriz Montañez reaparecía en los medios para contar cómo ha vivido los últimos cinco años, en los que ha estado en una pequeña casa en el bosque, aislada y en contacto con la naturaleza, unas vivencias que ha detallado en el libro Niadela. Tras decidir poner punto y final a su etapa en El intermedio en diciembre de 2011 pasaba a trabajar en El gran debate de Telecinco y posteriormente en Hable con ellas, hasta que dejaba la vida pública en 2014. De hecho, la última aparición de la manchega era durante la campaña promocional del documental Muchos hijos, un mono y un castillo, dirigido por Gustavo Salmerón, donde fue guionista. Ahora, la periodista, que hace 10 años que se despedía de los espectadores del formato donde era copresentadora junto a El Gran Wyoming, se reencontraba con Thais Villas coincidiendo con el 15 aniversario de La Sexta y del formato. "Has sido una pieza fundamental en la historia de este programa. Te he echado mucho de menos y no sabes la alegría que me da verte", comenzaba la colaboradora en su sección Terracitas.
"Yo no te he echado de menos", contestaba bromeando Beatriz en El intermedio. "Es broma. Por supuesto que echas de menos a la gente con la que has trabajado tanto tiempo, pero lo que más es el contacto con los seres humanos. Y el vuestro más", confesaba la periodista. Pero además, la también actriz desvelaba los motivos por los que decidía desaparecer: "Tenía la necesidad de tener silencio y de parar para saber hacia dónde iba o quería ir. Me faltaban muchas cosas que quería probar y que averiguar sobre mí misma. Había muchas cosas que quería descubrir y que desconocía. No era consciente de cuáles eran mis carencias, así que quería parar a pensar", explicaba. Durante estos cinco años de soledad, la manchega comentaba también que sí ha encontrado todo lo que buscaba y que está encantada con su nueva vida. "He encontrado mucho más. Siento mucha paz, me caigo bien y estoy a gusto conmigo misma. He aprendido a que me encanta bailar en la naturaleza para mí misma", relataba a Thais Villas con su característica sonrisa.
La rutina que sigue Beatriz Montañez aislada en su casa del bosque
Montañez explicaba también cómo esta etapa de su vida la había ayudado para superar y comprender algunos momentos tan duros como la muerte de su padre, algo que narra también en su ensayo. "Ahora la herida ya está curada. Ahora sí. Hay que contar las cosas a tus amigos, a tus seres queridos... Hay que abrirse y contar cómo nos sentimos. La palabra es sanadora. Mi necesidad era cerrar ese capítulo de mi vida y reconocer su fallecimiento. También hay que despedirse porque si te niegan eso pues no se acaba de romper ese cordón umbilical. Yo quería cambiar y me daba igual cómo. No me resultó difícil, aunque bueno tuve que aprender la lección porque me tomé unas hierbas que no debía y estuve mala en la cama cuatro días", confesaba en el programa de La Sexta.
La periodista añadía también que está encantada tal y como está y que su día a día debe ser muy militar para que no le de pereza hacer ciertas cosas: "A veces me dejo, pero como estoy sola no pasa nada. He estado hasta 27 días sin ducharme. Me levanto pronto, desayuno, medito, arreglo la casa, leo los periódicos, corto leña, arreglo la chimenea, como, escribo por la tarde y descanso. Y es que no tengo reloj. El único día que me gusta preservar son los jueves porque así sé que falta poco para el domingo, el día donde me tomo un café. Es que me gusta el café caro, pero como mi economía ahora es la que es, pues es lo que me puedo permitir", reconocía. Además, contaba también cuál es su único placer: el chocolate, alimento que toma media tableta al día. "Seguiré así hasta que me dejen porque ahora todo en mi vida es de prestado", concluía.
